Servindi, 30 de octubre, 2013.- Una Lima para todos, inclusiva y no discriminatoria exigieron miembros de la comunidad shipiba del asentamiento humano “Cantagallo” ubicado en el centro de Lima, a pocas cuadras del Palacio de Gobierno y del Palacio Municipal.
La petición se efectuó en el marco del conversatorio: “Situación actual de los migrantes shipibos en Lima” que se efectuó el martes 29 de octubre en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
La mesa fue organizada por el Grupo Interdisciplinario Amazonia (GIA) con el apoyo del antropólogo Óscar Espinosa.
En el conversatorio se puso de relieve los derechos a la salud, a la educación y al trabajo de la población indígena amazónica en la capital del Perú, en particular del pueblo shipibo.
Al inicio del evento se proyectó el documental “Limashipibo” del comunicador indígena y documentalista Ronald Suárez Maynas.
El documental relata el esfuerzo de pobladores de Cantagallo por mantener su identidad y buscar la oportunidad de una vida mejor en la ciudad, superando barreras como los prejuicios socioculturales y problemas que resultan de las carencias y apoyo económico y social.
"Limashipibo" ya ha sido exhibido en Argentina, Ecuador y Estados Unidos y ha sido seleccionada para concursar en el Festival Internacional de Cortometrajes que se realizarán el mes de noviembre en Lambayeque, Perú.
Suárez enfatizó que el principal motivo por el que hizo el documental fue visibilizar al shipibo limeño y contribuir a eliminar los prejuicios sobre los shipibos de Pucallpa y explicar en parte las razones por las que están en la capital.
“Por lo general se les dice 'pobrecitos, no tienen nada por all' y es falso por que acá tenemos nuestro bosque inmenso. Lo que no se conoce es que lo shipibos de Lima son personas muy emprendedoras” afirmó Suárez.
Por su parte Juan Agustín, Secretario de Defensa de la Asociación Comunidad Urbano Shipibo-Konibo de Lima Metropolitana (Acushikolm) señaló que la mayoría de shipibos están trabajando en diversas partes, incluso en los ministerios, alcaldías, entre otros puestos de relevancia.
“Ya no somos una comunidad que viene y se va. Ya echamos raíces” aseguró Juan Agustín, un líder de reconocida trayectoria en la promoción de la educación bilingüe y la interculturalidad.
La comunidad shipiba comenzó su migración hacia Lima en la década de los noventa para huir de la subversión, apoyar la protesta de los Cuatro Suyos y encontrar nuevas oportunidades de trabajo en la costa.
La comunidad shipiba ya tiene trece años asentada en el asentamiento denominado Cantagallo, su “capital insigne”, cuyo lema es: “Un pedacito de la selva en pleno corazón de Lima”.
Rónald Suárez, Juan Agustín y Oscar Espinoza. Foto: Milton López / Servindi
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