Por Róger Rumrrill*
16 de setiembre, 2013.- La ampliación del Programa de Exploración y Desarrollo del Lote 88 del Proyecto “Camisea” en el Cusco, haciendo tabla rasa de todas las observaciones técnicas al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) elaborado por Pluspetrol, ha hecho visible —política y mediáticamente— a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial con la “civilización”, cuya supervivencia está gravemente amenazada por la expansión de esa actividad extractiva.
- Pero en nuestro país no sólo los habitantes de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros pueblos indígenas —a la que se superpone el proyecto de ampliación de Camisea— son los únicos no contactados.
- Políticos y funcionarios que —frente a todas las evidencias— se empeñan en negar tozudamente la existencia de los nativos autoaislados, son también los no contactados y en aislamiento voluntario con la realidad política y social del Perú profundo.
- Uno de ellos es, sin ninguna duda, el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, quien —muy suelto de huesos y con el mayor desparpajo— ha negado la presencia de indígenas no contados en la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua y Nanti.
- Asimismo, el presidente Ollanta Humala hace cada día más “méritos” para ser considerado un no contactado y en aislamiento voluntario frente a la realidad histórica, política y cultural del Perú.
- Por ejemplo, hace poco él dijo que las comunidades campesinas surgieron recién con la Ley de Reforma Agraria del 24 de junio de 1969, aparentando ignorar que las mismas —pese al nombre acuñado en la Colonia— tienen sus orígenes en los ayllus ancestrales.
- Por lo tanto, el presidente Humala y su ministro Merino son sólo no contactados aparentes. Porque cuando el jefe del Estado afirma que las comunidades campesinas nacieron con la reforma agraria del general Velasco, únicamente está tratando de excluirlas de los alcances de la Ley del Derecho a Consulta Previa de los Pueblos Indígenas.
- Y cuando Merino niega la existencia de los no contactados en el área de ampliación del lote 88 de Camisea, sólo está haciendo de abogado defensor de la Pluspetrol, otorgándole carta libre para sus operaciones en la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua y Nanti.
Estado servil
La ampliación del lote 88 de Camisea es una evidencia fehaciente y vergonzosa del Estado peruano rendido ante el gran capital y de un gobierno —supuestamente “nacionalista”— que se ha puesto de rodillas ante los poderes fácticos, sin importarle los convenios internacionales, los Derechos Humanos, las leyes nacionales y la conservación de la naturaleza. Pruebas al canto:
- El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Pluspetrol, que da luz verde a la ampliación del lote 88, ha sido objeto de múltiples observaciones —por sus gruesos errores, omisiones e inexactitudes— incluso por parte de los propios organismos técnicos del Estado.
- Una de ellas corresponde a la Dirección de Asuntos Ambientales y Energéticos del Ministerio de Energía y Minas, que emitió tres autos directorales. Uno de éstos, el No. 476-2013-MEM-AAE, contiene 12 observaciones, señalando básicamente la casi nula valoración de los impactos ambientales en el estudio de Pluspetrol.
- Otra fue la formulada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP), mediante Oficio No. 822-2013-SERNANP-DGANO del 11 de julio último y sustituida al día siguiente por Oficio No. 653-2013-SERNANP-DGANP.
- Otro de los documentos oficiales que demuestran la extrema debilidad del Estado peruano ante los lobbies extractivos es la Resolución Viceministerial No. 005-2013-VMI, del Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, con fecha 12 de julio reciente, y publicado en la página web de dicho portafolio. Como el referido informe señalaba que el EIA de la Pluspetrol era insuficiente y que las nuevas actividades de exploración ocasionarían un daño severo en la salud de los pueblos en aislamiento voluntario, el 15 de julio fue retirado de la web, y luego reemplazada por la Resolución Viceministerial No. 007-2013-VMI-MC, con fecha 19 de julio. O sea una nueva versión —neoliberal— de Vidaurre contra Vidaurre.
- Para la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, la Asociación Pro Derechos Humanos y otras organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y el ambiente, así como reputados defensores de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, el gobierno de Humala no sólo se revela como uno con poca o ninguna transparencia, sino también como un régimen que incumple normas internacionales vinculantes, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, además de la Ley No. 28736, para la Protección de los Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial.
- Precisamente, la Ley 28736 establece que las reservas para pueblos aislados son intangibles. Pero las transnacionales le introdujeron un "caballo de Troya" en el inciso c del artículo 5 de esa norma, al señalar lo siguiente: “excepto si se encuentran recursos naturales cuya explotación sea de interés público". Para el Ministerio de Energía y Minas y su titular, Jorge Merino Tafur, esta excepción es una regla de oro, un ábrete sésamo, una música celestial.
- Para Beatriz Huertas —una de las mayores especialistas peruanas en pueblos no contactados y autora de varios libros sobre el tema, entre ellos “Los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario. La lucha por la sobrevivencia y la libertad” (2002) y “Movimientos sociales y pueblos indígenas en Madre de Dios” (2010)— la ampliación del lote 88 tendrá severos impactos sociales y ambientales, principalmente en el Alto Serjali, donde viven ancestralmente los nahua. En la parte norte de la ampliación, asimismo, está el territorio de los kirineri, de origen machiguenga. Y en la parte sur, existen asentamientos machiguenga y nantis, aislados en el Alto Cashiriari.
Extractivismo genocida
Como el gobierno de Humala ha puesto todos los huevos en la canasta del extractivismo y la crisis internacional y las presiones del gran capital han convertido al Estado peruano en rehén de los intereses de éste, la desenfrenada oleada extractivista está poniendo en riesgo a la supervivencia de todos los pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial que habitan en las reservas territoriales creadas para protegerlos.
- Son cinco las reservas constituidas hasta la fecha: Isconahua (1998), Murunahua (1997), Mashcopiro (1997), Madre de Dios (2002) y la Reserva Kugapakori, Nahua y Nanti (1990).
- La más antigua es precisamente la Reserva Kugapakori, Nahua, Nanti y otras, creada a raíz de la muerte del 50% de la población nahua, por contacto con el personal de la Compañía Shell. Pues los indígenas en aislamiento voluntario son absolutamente vulnerables a las enfermedades occidentales, tal como ocurrió tras la invasión española, hace casi 500 años. Para ellos, la llamada “civilización occidental” o —mejor dicho— la sifilizaciòn occidental es una mensajera de muerte.
- Actualmente existen otras cinco reservas en trámite de reconocimiento, desde el año 2004, para la protección de pueblos no contactados: Napo-Tigre, en la frontera con Ecuador; Yavarì-Tapiche, en el límite con el Brasil; Yavarì-Mirìm, también en la vecindad con el mismo país; Sierra del Divisor (Ucayali) y Kakataibo (Ucayali).
- Las solicitudes de reconocimiento de estas reservas, como es de suponer, pasaron “las de Caín” y transitaron por el laberinto de Creta de la burocracia tomada por la angurria de las transnacionales.Durante el segundo gobierno de Alan García, el INDEPA se encargó de boicotear a ese proceso, y en algunos casos las propias empresas asumieron directamente la tarea de ahogar las gestiones. Por ejemplo, la francesa Perenco se encargó de la Reserva “Napo-Tigre”.
- Y durante los dos primeros años del gobierno de Humala el destino de las reservas para pueblos no contactados ha ido de mal en peor. En el INDEPA —ahora subsumido en el Viceministerio de Interculturalidad— se creó la Oficina Técnica para la Protección de los Pueblos en Aislamiento y Contacto Inicial (OT-PIACI), que formuló propuestas de amparo, comunicación y lineamientos, entre otras tareas. Aún más, los equipos de la OT-PIACI verificaron “in Situ” o sobre el terreno la existencia de esos pueblos no contactados. Y el 25 de junio último, el ahora defenestrado Viceministro de Interculturalidad, Paulo Vilca Arpasi, dio el visto bueno a esos informes. Luego, una comisión multisectorial ad hoc aprobó las solicitudes de reconocimiento de las reservas. Sobre esta base, para los días 26 y 27 de este mes se convocó a una reunión, con el fin de dar a conocer los informes favorables de los expedientes y formar los equipos técnicos encargados de hacer los estudios definitivos de las reservas. Dichos estudios ya se hicieron, pero ahora se trata de hacerlos de nuevo, sólo para dilatar al máximo posible el proceso.
- Y como para que no quede duda de que Ollanta Humala no quiere saber nada con los pueblos indígenas no contactados ni con la Ley de Consulta Previa, la mencionada reunión ha sido diferida para el 23 y 24 de octubre próximo. Además, el Viceministerio de Interculturalidad está acéfalo. ¿Quién va a querer asumir un cargo donde ahora las que mandan son las transnacionales petroleras, mineras y gasíferas?
Los peores enemigos
En resumen, los pueblos indígenas amazónicos tienen muchos adversarios. De estos, tres son los más poderosos: el propio Estado, las trasnacionales que operan en sus territorios o los apetecen, y ciertas iglesias que han iniciado un proceso de neoevangelización para la resignación.
- Algunos nahuas de la Reserva Kugapakori, Nahua y Nanti dan un ejemplo de ello. Ellos llegaron recientemente a Lima para denunciar a AIDESEP por haberles hecho firmar —según ellos— una carta falsa contra la Pluspetrol, negar su condición de no contactados (realmente están en contacto inicial) y afirmar que no tienen conflicto alguno con esa transnacional; por lo que dicen estar de acuerdo con la ampliación del lote 88.
- Lo que ha ocurrido, según testimonios verosímiles recogidos en el Bajo Urubamba, es que la Pluspetrol —aportante de fondos para becar a estudiantes nahuas— presionó a los sacerdotes Dominicos, que administran dichos fondos, pera que convencieran a los nahuas en pro de lo que han dicho. Además, todo indica que la Pluspetrol financió el viaje de la delegación a Lima.
- La ampliación del lote 88 en Camisea no sólo provocará previsibles desastres ambientales, a la vez de socavar la supervivencia de los indígenas no contactados. Por eso, precisamente, en el entorno de esa concesión se está generando divisionismo, fragmentación social y debilitamiento de las organizaciones nativas, para que no haya mayor resistencia a la consecución de los fines extractivos y crematísticos de las transnacionales y sus procuradores bucrocráticos.
- En un país con tantas necesidades embalsadas, nadie puede estar en contra de las inversiones social y ambientalmente responsables. Pero como para el gobierno de Ollanta Humala parece valer más el oro, el petróleo y el gas que la vida humana y el ecosistema, los peruanos conscientes tenemos el deber de salir a combatir esta política depredadora.
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*Róger Rumrrill es escritor, poeta, periodista, conferencista e investigador dedicado a la amazonía.
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Fuente: Revista Agronoticias Nº 391 publicada el 31 de agosto de 2013: http://www.agronoticiasperu.com/391/selvadeideas-391.htm
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