Servindi, 31 de marzo, 2013.- Publicamos un artículo del joven abogado peruano Roger Merino quién responde con solvencia y mesura al furibundo artículo Los neocomunistas, publicado por Alfredo Bullard el sábado en el diario El Comercio (30.03.2013). Bullard reacciona con un temperamento febril al artículo: De izquierdas, derechas y ecologismo libertario, de Marco Arana y que fue publicado la semana pasada también en El Comercio y en Servindi.
Roger Merino empieza desbaratando la idea de Bullard quién afirma que el neoliberalismo no existe y es un término inventado por politiqueros fracasados para "calificar las ideas que defienden la auténtica libertad".
Merino precisa que el neoliberalismo surge a fines de los 70s como ataque al estado de bienestar y "su filosofía no sólo se basa en el individualismo metodológico, sino en la pretensión de desmantelar todo tipo de sistema de protección social".
Respecto a la acusación de neocomunista Roger Merino señala que importantes pensadores contemporáneos como Alain Badiou, Jean-Luc Nancy y Slavoj Zizek se caerían de risa por "la forma lamentable" como Alfredo Bullard equipara "comunismo a un ambientalismo decidido".
Bullard -prosigue Merino- ignora que los teóricos del de-crecimiento, la ecología política y el post-desarrollo han puesto en agenda el ambientalismo y efectuado críticas al extractivismo y al neoliberalismo.
Solo desde la ceguera intelectual estas perspectivas "podrían ser tachadas de comunistas" indica Merino, quién concluye su artículo recomendando a los que piensan como Bullard salir de sus limosinas y ver lo que pasa alrededor del mundo en alusión a Eric Packer, personaje principal de la película Cosmópolis.
A continuación el artículo de Roger Merino:
¿Por qué algunos acusan a los ambientalistas de comunistas?
Por Roger Merino*
Leer a Alfredo Bullard es como ver algunas películas ochenteras, de esas que comenzaron a hacer del consumismo y la especulación financiera un espectáculo, con todo el optimismo capitalista en pleno auge y un insoportable aire de frivolidad y triunfalismo. Entonces, es normal que Bullard cite constantemente a Ronald Reagan y Henry Kissinger como si sus palabras fuesen novedad, es igual de natural que acuse de “comunistas” a cualquiera que no tenga la ligereza intelectual de pensar al mundo de forma unidimensional, tal como lo hace él.
Pero no estamos en los años 80s y la caída del muro de Berlín ya no es excusa para que algunos mercaderes disfrazados de tecnócratas hagan del Estado lo que les venga en gana. Incluso Alan Greenspan, el niño mimado de Reagan que estuvo por años a la cabeza de la Reserva Federal de EE.UU, tuvo que aceptar su derrota. El mercado no ha sido, no es y nunca será la solución a los problemas de injusticia, pobreza y desigualdad. Esto no lo entienden muchos que se empeñan en acusar a los ambientalistas de comunistas tal y como lo hace Bullard en un reciente artículo en El Comercio. Para ayudar a explicar el tema, es preciso dar luces sobre algunos términos que el señor no tiene claro:
Neoliberalismo: para Bullard es una “chapa”, un “invento” de politiqueros. Debería entrar a una biblioteca virtual de cualquier universidad prestigiosa y buscar la palabra neoliberalismo. Encontrará muchísimos libros de sociología, ciencia política, relaciones internacionales entre otras disciplinas sobre el tema. Se le puede dar más pistas al señor Bullard: Adam Smith, el padre del liberalismo económico, estaba en contra de la usura; John Rawls, el mayor exponente del liberalismo político moderno, aceptaba que el Estado establezca medidas para proteger a los más desafortunados. El neoliberalismo surge a fines de los 70s como ataque al estado de bienestar; su filosofía no sólo se basa en el individualismo metodológico, sino en la pretensión de desmantelar todo tipo de sistema de protección social.
Comunista: las discusiones sobre el comunismo hoy en día tienen que ver con conceptos de autonomía, identidad política, anti-estatismo, mientras para Bullard comunista es todo aquel que esté en contra del neoliberalismo. Qué triste y chato raciocinio. Menciona a Marx y Lenin y desconoce los debates actuales sobre el tema: Alain Badiou, Jean-Luc Nancy, Slavoj Zizek entre otros importantes pensadores contemporáneos se caerían de risa por la forma lamentable como se equipara comunismo a un ambientalismo decidido.
Y es realmente lamentable porque cuando Bullard dice que los ambientalistas son comunistas hace una generalización odiosa. Habría que preguntarle ¿Son los awajún comunistas? ¿Son los bora comunistas? ¿Con los ashaninkas comunistas? Los pueblos indígenas de todo el mundo por siglos han defendido su territorio ante la degradación ambiental frente a gobiernos de derecha e izquierda, y eso no los hace comunistas, aunque desde la izquierda hayan querido asimilarlos epistemológicamente, y desde la derecha hayan sido satanizados como “perros del hortelano”. Por otro lado, los teóricos del de-crecimiento, la ecología política y el post-desarrollo han puesto en agenda al ambientalismo y a la vez han presentado duras crítica al extractivismo y al neoliberalismo desde perspectivas que solo desde la ceguera intelectual podrían ser tachadas de comunistas.
Sólo para terminar estas breves líneas como comencé, luego de leer el artículo de Bullard creo que muchos como él deberían ver la última película de David Cronenberg, “Cosmopolis”. El personaje principal de esta película, Eric Packer, viaja en su opulenta limosina especulando con los vaivenes del sistema monetario internacional mientras el mundo se cae de protestas a su alrededor; sin embargo, en el camino va entendiendo los límites de su mundo a través de profundas conversaciones con los ocupantes eventuales de la limosina. Hoy en el Perú muchos acusan a los ambientalistas de comunistas mientras no dicen nada de la devastación ambiental en el Pastaza, mientras callan respecto a la violación sistemática de los derechos de los pueblos indígenas y la lotización de sus tierras, acusando sus protestas de “comunistas anti-inversión”. Es tiempo que salgan de sus limosinas y vean qué pasa a su alrededor.
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*Roger Merino estudió Derecho y Ciencia Política en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Ph.D. (c) en Ciencias Sociales y Políticas, por la University of Bath En los últimos dos años ha realizado dos master: uno en Derecho Comparado, Economía y Finanzas en la Universidad Internacional de Turín, y otro en Política Internacional y Globalización en la Universidad de Bath, Inglaterra, donde actualmente realiza un Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas Públicas.
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Fuente: Comparación Jurídica y Teoría Crítica: http://comparacioncritica.blogspot.com/2013/03/por-que-algunos-acusan-los.html
Algunos otros artículos de Roger Merino publicados en Servindi:
- Polémica con Alfredo Bullard y la “escuela de los derechos de propiedad”.
Por Roger Merino*
9 de dicembre, 2012.- Un lugar común de la teoría económica neoclásica que es repetido una y otra vez por aquellos que hacen eco sin el menor análisis crítico es la “tragedia de los comunes”, tesis propuesta por Garret Hardin en 1968. La tesis es bastante sencilla: la determinación de derechos de propiedad privada tiende a crear incentivos e influenciar conductas (Demsetz, 1967). Seguir leyendo…
Por Roger Merino*
12 de octubre, 2012.- La reciente sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el expediente N° 01126-2011-HC/TC, más conocida como el caso Tres Islas es, sin duda, una sentencia relevante y un paso fundamental para la protección de los derechos de los pueblos indígenas al reconocerse por primera vez sus derechos a la autodeterminación y la autonomía. Sin embargo, a pesar de su importancia, esta sentencia debería ser leída con mucha cautela sobre todo en lo que respecta a los límites que ella misma establece, su orientación político-legal y el actual contexto socio-económico. Seguir leyendo…
Por Roger Merino
“Una sociedad libre requiere de ciertas reglas morales que en última instancia se reduce a la mantención de vidas: no a la mantención de todas las vidas, porque podría ser necesario sacrificar vidas individuales para preservar un número mayor de otras vidas. Por lo tanto, las únicas reglas morales son las que llevan al cálculo de vidas: la propiedad y el contrato”.
F. Hayek, “Entrevista”, El Mercurio, 19/04/1981 (justificando el genocidio de Pinochet en Chile)
“Lamentablemente van a tener que haber muertos”
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Pobladora cajamarquina: ¿Por qué nos tratan así? /
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Por Roger Merino*
5 de junio, 2012.- Las protestas socio-ambientales vienen en incremento y la solución que ha optado el gobierno es la militarización y represión abierta. Cajamarca, Espinar e Iquitos son sólo algunos escenarios en donde ya se ha destapado el conflicto, pero la olla de presión que ocupa buena parte del territorio nacional probablemente se desborde pronto. En este contexto, hay 5 errores garrafales que repiten analistas y actores políticos, y que tienen que ser rechazados decididamente. Seguir leyendo…
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