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Servindi, 12 de marzo, 2013.- A los poderes del Estado parece no importarles la situación de injusticia en que viven los nativos amazónicos Danny López Shawit, Feliciano Cahuasa Rolin y Asterio Pujupat Wachapea, detenidos injustamente por los hechos de Bagua del 5 de junio de 2009. En respuesta a la indiferencia mostrada, organizaciones que han seguido de cerca el caso, han reunido información de primera mano que comparten hoy con todos nosotros.
Se trata de un boletín de 28 páginas titulado: Una herida abierta ¡Libertad para los tres presos del Baguazo!, que condensa material valioso sobre la situación de los tres nativos que se hallan hasta hoy, 45 meses después de los trágicos sucesos, privados de su libertad pese a no haberse encontrado pruebas en su contra.
La elaboración del boletín ha sido posible gracias al trabajo de las parroquias de Chiriaco y de Bagua capital en el departamento de Amazonas, así como de las comunidades indígenas de Epémimu y Nazaret ubicados en el distrito de Imaza, en la provincia de Bagua.
También se sumaron a este esfuerzo Acción Solidaria para el Desarrollo (CooperAcción), el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y Servicios en Comunicación Intercultural Servindi.
Danny López golpeado por la policía el 5 de junio de 2009 en la carretera Fernando Belaúnde Terry
La situación de los nativos encarcelados injustamente
El boletín da cuenta de los pobres argumentos usados por las autoridades para detener a los nativos, a los que se les acusa de ser los responsables de la muerte de los policías en el marco de los hechos del denominado Baguazo.
Pero el material va más allá y detalla el maltrato de todo tipo del que han sido víctimas Danny López Shawit (26), Feliciano Cahuasa Rolin (32) y Asterio Pujupat Wachapea (36), todos ellos sometidos a situaciones humillantes.
A los dos primeros se les practicó una prueba de absorción atómica tras los hechos del 5 de junio de 2009 pero ambos salieron negativos. Pese a ello ambos cumplieron una pena de cárcel de tres años (2009 – 2012) en el penal de Huancas, en Chachapoyas.
Danny abandonó el penal el 9 de julio de 2012 para pasar ser parte de una “novedosa” forma de carcelería. Él abandonó la prisión para pasar a permanecer en una casa-cárcel, ubicada lejos de su comunidad y cuyo alquiler debe pagarlo él mismo.
Feliciano no corrió con la misma suerte. Él aún permanece en prisión a pesar de haberse reconocido legalmente su exceso de carcelería.
El 14 de junio de 2012, día en que esperaba conseguir su “inmediata libertad”, recibió una nueva orden de detención del flamante juez de Utcubamba que sorprendentemente lo declaró presunto asesino del Mayor Bazán.
La tragedia de Asterio empezó más tarde pero tuvo un final parecido. Él fue capturado el 29 de diciembre del 2009 y encerrado en el penal San Humberto de Utcubamba o Bagua Grande.
Asterio fue el primero en abandonar la cárcel el día 22 de diciembre de 2011 para inaugurar el régimen de casa-cárcel en conformidad con la Resolución de la Sala Liquidadora de Bagua de fecha 15 de diciembre de 2011.
Hoy se encuentra privado de su libertad en una casa alquilada en el radio urbano de Bagua y custodiado por dos policías.
Con él se encuentran también toda su familia, quienes sobreviven con dificultad ya que se encuentran en un medio totalmente ajeno, lejos de su comunidad, donde siempre encontraron recursos naturales para el mantenimiento de la familia.
El pedido de los nativos: Libertad
Padre Fermín Rodríguez Campoamor, de la Parroquia Santa María de Nieva. |
“A esa situación humana deplorable nadie le puede llamar libertad”. Con esas palabras el padre Fermín Rodríguez Campoamor llama la atención de los jueces que se han encargado del caso, los mismos que han permitido que se violen derechos fundamentales.
Rodríguez Campoamor es una de las personas que ha seguido muy de cerca el caso de los nativos. Explica así que la situación en que se encuentran los nativos detenidos en las casas-cárceles ven afectadas su dignidad como persona humana, yendo así en contra de lo que ordena la Constitución.
“Porque estos tres presos indígenas son víctimas pero no responsables de los sucesos de Bagua y porque es injusto y vergonzoso que sean ellas, las víctimas, castigadas, mientras los principales responsables permanecen impunes”, señala en una parte el boletín.
Estas palabras forman parte de un manifiesto de la comunidad de Epémimu en el que se pide la libertad de Asterio Pujapat.
“Yo soñaba con verme, después de mis tres años de prisión en mi casa de Paantán con Fany, mi mujer, y mis tres hijitos: eso sí es lo mejor del mundo. Pero esta casa no es mi domicilio, ni mi mujer ni mis hijos pueden estar aquí siempre conmigo”, lamenta Danny López.
Esas líneas forman parte de una entrevista concedida por el nativo, que se encuentra dentro del material hoy publicado, y quizá resuma en parte la impotencia de quienes ven hasta hoy como la justicia de su país los deja de lado y los sindica como los únicos de responsables de aquellos hechos ocurridos hace casi cuatro años.
Para saber más del caso de los tres nativos acusados por los hechos del Baguazo y acceder al boletín dar clic en el siguiente enlace:
- Una herida abierta ¡Libertad para los tres presos del Baguazo! (PDF, 28 páginas)
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