Foto: Malcolmallison
Servindi, 9 de setiembre, 2012.- Con motivo del Día Internacional de la Mujer Indígena las mujeres de los pueblos originarios de la región San Martín difundieron una agenda social con sus demandas prioritarias.
La agenda se formuló el 17 de agosto en el Encuentro Regional de Mujeres Indígena realizado en la ciudad de Ttarapoto, y que congregó a lideresas de los pueblos Kichwas, Awajún, Shawis y de las rondas campesinas.
Entre las peticiones se encuentra implementar un programa que promueva la participación efectiva y real de las mujeres indígenas y ronderas en la vida política nacional y regional.
Asimismo, apoyar en la educación de la población en general a fin de revalorar a la mujer indígena y evitar la discriminación, fiscalizar a las empresas para que se respete el derecho laboral, .
Otras demandas concierne a la formación de especialistas, promotoras y asociaciones existentes, nativas y ronderas, para proteger, asistir y orientar a las mujeres frente al maltrato físico, psicológico y sexual contra las mujeres, niños y ancianos.
Se propone que el Estado apoye la educación indígena con una perspectiva intercultural, se supervise la enseñanza en las comunidades y brinde mayor oportunidad de formación en educación intercultural y bilingüe para los adolescentes y jóvenes.
En salud se peticiona un servicio adecuado y de calidad en la atención profesional, con enfoque intercultural y de género. Asimismo, crear un programa especial de salud intercultural a cargo de la Dirección Regional de Salud.
Se plantea un trabajo coordinado intersectorial para que los servicios de educación y salud que se brindan a las comunidades indígenas y rurales cumplan las normas y políticas interculturales del Estado peruano y el Convenio sobre Pueblos Indígenas 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
Al Gobierno Regional de San Martin le solicitan asignar recursos y apoyar la titulación de territorios ancestrales e históricos, y proteger y conservar los bosques, hogar donde los pueblos obtienen sus medicinas, alimentos y materiales de trabajo.
Indican que la titulación contribuye a proporcionar, de algún modo, la seguridad alimentaria, la protección de la biodiversidad, la vida y el ambiente, así como la subsistencia como pueblos.
Piden que el Gobierno Regional de San Martin brinde un trato especial a las comunidades en lo referido al uso de los recursos naturales, el derecho a la consulta y el respeto al derecho consuetudinario, considerando que ellas aprovechan racionalmente los bosques.
Finalmente, afirman su voluntad de organizarse como mujeres indígenas u originarias para participar desde su identidad indígena en las políticas públicas que formule y ejecute el Estado.
A continuación el texto completo del pronunciamiento:
Pronunciamiento del Encuentro Regional de Mujeres Indígena - Región San Martín
Reunidas en la ciudad de Tarapoto, el día 17 del mes de agosto del 2012, lideresas de las etnias Kichwas, Awajun, Shawis y de las Rondas Campesinas, en el Encuentro Regional de mujeres indígenas con la finalidad de proponer una agenda social que recoja los intereses prioritarios de las mujeres indígenas de la Región San Martín, expresamos lo siguiente:
Constamos:
A nivel de aspectos sociales, salud, educación, familia, laboral territorio y vivienda:
1. Que en la vida de nuestras comunidades indígenas, se están presentando casos de humillación, maltrato y discriminación, contra la mujer, los niños, los ancianos y varones, hechos que afectan la paz y la armonía familiar dentro de nuestras comunidades.
Somos discriminadas por parte de algunos Funcionarios Públicos cuando acudimos a realizar gestiones ante las instituciones en las que ellos laboran. Discriminación, que se muestra cuando algunos empleadores nos despiden cuando estamos gestando, con el motivo de no cumplir con sus obligaciones laborales.
Discriminación que alcanza a nuestros niños, niñas y adolescentes al interior de las Instituciones Educativas, por el hecho de ser indígenas.
2. Existe discriminación hacia nosotras las mujeres indígenas y también de nuestros hermanos varones, nuestros jóvenes, ancianos y niños, en el momento de expresarnos en nuestro propio idioma y por la manera de cómo nos vestimos, por nuestros rasgos físicos, etc, por parte de distintos sectores de la sociedad, incluso por parte de algunos medios de comunicación.
3. Las mujeres indígenas carecemos de oportunidades laborales y mercados donde podamos vender nuestros productos; y, el trabajo que realizamos desde nuestra comunidad no es protegido por políticas públicas claras y fuertes que permitan mejorar nuestra calidad de vida.
4. Tenemos una pésima enseñanza en las instituciones educativas, por la inasistencia de docentes, poca calidad educativa, infraestructura inadecuada y falta de supervisión por parte de las autoridades competentes (Dirección Regional de Educación, Unidad de Gestión Educativa Local). Así mismo no contamos con una Educación Intercultural Bilingüe en su totalidad, que de a nuestros hijos una enseñanza en nuestra lengua originaria y que nos imparta una educación que revalorice nuestra identidad indígena.
5. Existe una mala atención en los Centros de Salud, ya que el personal médico no se encuentra debidamente capacitado para atender los problemas de salud de la población indígena y rural, de acuerdo a los usos y costumbres e incluso el respeto del uso de medicinas tradicionales indígenas.
Los centros de salud a los que acudimos tienen una infraestructura y horario inadecuado a nuestra realidad, muchos no cuentan con ambulancias para trasladar a los pacientes, ni medicinas apropiadas para las enfermedades producto de la naturaleza (picaduras de animales) y las generadas por las actividades contaminantes de las empresas dedicadas a actividades extractivas.
6. Uno de los factores de la violencia dentro de los hogares es producto del desconocimiento que tenemos las mujeres indígenas de nuestros derechos, ya que no somos formadas con apoyo del Estado.
Que el desconocimiento de nuestro derecho de administrar justicia para casos de maltrato contra la mujer, por parte del Poder Judicial y Ministerio Público y otros organismos estatales y privados, se constituyen en una vulneración de las costumbres indígenas conforme lo establecido por la ley de Rondas Campesinas, el Convenio de la OIT art. 8 al 12 Art. y el Art. 149 de la Constitución Política del Perú.
7. Las autoridades Locales y Regionales de San Martín, desconocen la realidad en que vivimos las comunidades indígenas, por la forma en que se emiten las ordenanzas en perjuicio de la comunidad, sin ser consultadas, por ejemplo en cuanto al control y fiscalización forestal que no tiene resultados favorables para la comunidad; sin embargo son favorables a otras empresas “caso creación del Área de Conservación Regional Cordillera Escalera”, que afecta a las comunidades Kichwas.
Las autoridades regionales no consideran la participación activa de nosotras las mujeres indígenas en la elaboración de políticas públicas ambientales, sociales o proyectos que tienen impacto sobre los pueblos indígenas.
8. La presencia de empresas privadas a las cuales se las ha otorgado concesiones y permisos para que trabajen en nuestras tierras en la que hemos trabajado por muchos años, las que nos permite producir y vender algunos productos, alimentarnos y hasta obtener nuestra medicina natural. Ello, nos ha causado constantes conflictos por la titulación de tierras que estas empresas pretenden obtener, siendo que somos propietarios de esas tierras, pero que por la ausencia y falta de apoyo del Estado no se nos han otorgado los títulos respectivos.
9. Tenemos conocimientos colectivos ancestrales en el uso de plantas, productos agrícolas, prácticas culturales que el Estado no lo protege adecuadamente y que las empresas privadas lo promocionan y comercializan sin compartir el beneficio con las comunidades indígenas.
10. Explotación de nuestros recursos naturales de manera desmesurada por la ausencia de un sistema de control eficaz por parte del Estado en sus distintas instancias.
Proponemos:
1. Implementación de un programa que promueva la participación efectiva y real de las mujeres indígenas y ronderas en la vida política nacional y regional.
2. Apoyar en la educación de la población en general a fin de no discriminarnos y revalorar a la mujer indígena. Lo que lleva consigo formarnos como mujeres indígenas en el conocimiento de nuestros derechos y de acuerdo a nuestra realidad.
3. La formación de especialistas, promotoras y asociaciones existentes nativas y ronderas, para la protección, asistencia y orientación frente al maltrato físico, psicológico y sexual contra las mujeres, niños y ancianos.
4. Fiscalizar a las empresas a fin que respeten el derecho laboral de la mujer indígena.
5. Que el Estado apoye a la educación indígena, con una perspectiva intercultural y se realice una supervisión permanente de la enseñanza donde existan comunidades indígenas y rondas campesinas y mayor oportunidad de formación para nuestros jóvenes y adolescentes de Educación Intercultural Bilingüe.
6. En el sector salud solicitamos que el Estado tiene la obligación de brindar y proporcionar un servicio de salud adecuado, tanto en la dotación de medicamentos, equipamiento, infraestructura y calidad en la atención profesional, con enfoque intercultural y de género.
Crear un programa especial para la atención en salud intercultural para todas nuestras comunidades por parte de la Dirección Regional de Salud.
7. La supervisión de la Dirección Regional de Educación, la Dirección Regional de Salud y la Defensoría del Pueblo, a los establecimientos de salud e instituciones educativas, sobre la educación y servicios que se brindan a las comunidades indígenas y rurales, de acuerdo a lo establecido en normas, lineamientos y políticas interculturales, dadas por el Estado Peruano y lo establecido en el Convenio 169 de la OIT, para qué se brinde una atención de calidad y buen trato.
8. Al Gobierno Regional de San Martin la asignación de recursos económicos y apoyo para la titulación de nuestros territorios ancestrales.
9. La protección y conservación de nuestros bosques, ya que somos los primeros que hemos conservado durante cientos de años, se nos garantice el respeto de nuestros territorios ancestrales e históricos, sólo los títulos podrán de algún modo asegurarnos la seguridad alimentaria, la protección de la biodiversidad, la vida y el ambiente y nuestra subsistencia como pueblos. Asimismo se respete nuestros derechos colectivos ancestrales en la producción de nuestros productos.
10. Para nosotros la tierra es nuestra madre, los ríos y las quebradas, nuestras hermanas; el bosque es nuestro hogar; donde obtenemos nuestras medicinas, nuestros alimentos y materiales de trabajo.
11. A las Autoridades del Gobierno Regional de San Martin, que den un trato especial a nuestras comunidades, de acuerdo al Art. 149 de la Constitución Política y el Convenio 169 de la OIT, sobre el uso de los recursos naturales, el derecho a la consulta y el respeto al derecho consuetudinario; cuando las autoridades ejerzan sus competencias forestales, tomando en cuenta que nuestras comunidades, realizan un aprovechamiento racional de nuestros bosques, existiendo casos donde se ha enjuiciado a nuestros hermanos indígenas (Área de Conservación Cordillera la Escalera).
AFIRMAMOS nuestra voluntad de organizarnos como mujeres indígenas u originarias de los pueblos Kichwas, Awajun, Shawis y Rondas Campesinas, con la finalidad de participar desde nuestra identidad indígena en las políticas públicas que formule y ejecute el Estado.
Esperamos ser atendidas en nuestra petición, buscamos justicia para nuestra Madre Tierra.
Mujeres de las Comunidades Nativas Kichwas, Awajun, Shawis y de las Rondas Campesinas sobre los derechos de las mujeres por territorios seguros.
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