Servindi, 26 de abril, 2012.- De "auténtico genocidio" que mancha la imagen de Brasil calificó la Conferencia Nacional de Obispos (CNBB) la forma cómo el Gobierno de Rousseff mantiene las condiciones de discriminación y asesinato de la que es víctima el pueblo guaraní-kaiowá del estado de Mato Grosso do Sul.
Los sacerdotes condenaron el aplazamiento del proceso administrativo de demarcación y la invasión y explotación de las tierras de los pueblos tradicionales.
El presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), monseñor Enemesio Lazzaris, obispo de Balsas, aseveró que grandes obras como la construcción de presas e instalaciones para la explotación de recursos minerales tienen un gran impacto en estas comunidades y terminan por expropiarles sus territorios.
“El territorio es más que la tierra en sí misma, es la relación que se construye con el lugar donde se vive, donde vivieron sus antepasados, donde han crecido y formado sus familias”, dijo el obispo Lazzaris.
“Rechazamos enérgicamente el ataque desencadenado por el grupo ruralista y de otros segmentos del Congreso Nacional, a los derechos de los pueblos indígenas (...) a través del proyecto de la enmienda constitucional, la PEC 215/2000”, señala el comunicado enviado por la CNBB.
El presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonía, cardenal Claudio Hummes, sostuvo que el Amazonas tiene un papel específico en el contexto mundial y por lo tanto la población local debería ser escuchada antes que nadie en los asuntos que los involucra directamente.
“Deberían decidir lo que es importante para ellos. Por lo general, no es así, sus tierras son invadidas y ellos pisoteados”, agregó.
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