Foto: Fenamad
Servindi, 29 de febrero, 2012.- A días de ocurrido el desborde de los ríos Las Piedras y Acre en Madre de Dios, que arrasaron con cerca de ochenta viviendas de las comunidades de Tipishka y Bélgica, la ayuda para las familias aún se hace esperar.
Los nativos de las comunidades del pueblo yine se encuentran en estos momentos incomunicados, y necesitan urgentemente el apoyo con alimentos, medicinas y vestimenta.
Según Jaime Corisepa, presidente de la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), los primeros esfuerzos por llevar ayuda a las comunidades afectadas los realizará el Gobierno Regional con Defensa Civil que ya están disponiendo el traslado hasta el lugar de víveres, medicinas y frazadas.
Alertó sin embargo que la ayuda que necesitan los damnificados es mayor ya que cada día aumentan los casos de enfermedades respiratorias (gripe y broncopulmonía) en niños y ancianos.
Foto : Fenamad
Corisepa indicó en otro sentido que lo alejado de las zonas dificulta el envío de ayuda humanitaria a tiempo.
La comunidad nativa de Bélgica -del pueblo yine- que fue afectada por el desborde del río Acre se ubica en la frontera con Brasil, a dos horas de Iñapari en carro, mientras que Tipishka, afectada por la creciente del río Las Piedras, se encuentra a seis horas de Puerto Maldonado surcando en bote.
El desborde de los ríos ha ocasionado, además de la destrucción de las viviendas, daños a los campos de plantación y cosecha que son importantes fuentes de alimentación y trabajo para los habitantes de las comunidades.
Las lluvias se han intensificado en Madre de Dios en el último mes, por lo mismo se cree que en los próximos días otras comunidades serán afectadas por las inundaciones. El presidente de Fenamad lamentó que en estas zonas exista poca presencia del Estado.
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