Servindi, 30 de noviembre, 2011.- La continuidad del Protocolo de Kioto, las falsas soluciones sustentadas en la mercantilización de la Madre Tierra, la administración del Fondo Verde y REDD son algunos de los temas tratados por representantes indígenas a los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA).
Los representantes del caucus indígena dialogaron con representantes de los Estados de Bolivia, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Cuba, quienes expresaron su apuesta por un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto, para lo cual están aliados con los países africanos y el Grupo 77.
El caucus indígena expresó que es clara la intención de los países desarrollados de bloquear un nuevo período del Protocolo de Kioto. Canadá anunció su intención de retirarse de este instrumento internacional y en la Unión Europea se escuchan voces sobre un posible apoyo a un acuerdo vinculante que contemple solo la cooperación a largo plazo.
Fondo Verde
Los representantes expresaron su preocupación por la propuesta del Banco Mundial de aprobar un Programa por Resultados, conocido como P4R por sus siglas en inglés, que eliminaría las salvaguardas indígenas.
Tal programa es propuesto por el Comité Transicional para la administración del Fondo Verde que está en manos de dicha entidad financiera.
Tanto el movimiento indígena como los movimientos sociales en general han expresado reiteradamente que el Banco Mundial debe estar fuera del manejo de todo fondo económico vinculado al cambio climático.
Señalan que el BM tiene un conflicto de intereses pues los proyectos que financia contribuyen de manera significativa al calentamiento global, como la construcción de represas hidroeléctricas en países pobres.
Otro punto preocupante es la personalidad legal del Fondo Verde, el cual actualmente carece de una asamblea, y que funcionaría como una entidad privada que transferiría directamente los recursos a sectores privados sin pasar por las instituciones del Estado.
La propuesta de las organizaciones indígenas y sociales es que el Fondo Verde funcione bajo la guía y autoridad de la Conferencia de Partes.
Los representantes de los países del ALBA indicaron que el proceso de construcción de la propuesta sobre el Fondo Verde ha carecido de la transparencia necesaria y varias de sus propuestas no han sido tomadas en cuenta.
Precisaron que lo concreto es que, en la práctica, el Fondo todavía no existe y ni siquiera hay definiciones acerca de sus fuentes de financiamiento.
Tanto los representantes de los movimientos indígenas y sociales como de los países del ALBA expresaron su confianza en que el espacio de diálogo abierto hoy continúe a lo largo de las negociaciones de la COP17.
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