Por Jahve Mescco
Servindi, 22 de junio, 2011.- El ex jefe del Instituto Nacional de Informática y Estadística (INEI), Farid Matuk señaló que durante el actual gobierno, el crecimiento económico se sobredimensionó en alrededor de 13 por ciento. En realidad, sostuvo, la pobreza asciende a 38%, y no a 30% como anunció el presidente Alan García.
La alteración de los indicadores se debe a que en el 2006 el INEI cambió la metodología para medir el Producto Bruto Interno (PBI), la cual se hizo pública solo tres años después. Matuk refiere que ese cambio metodológico permitió satisfacer la avidez presidencial de tener un alto crecimiento, sin que este fuese necesariamente real.
Según sus cálculos, las cifras del crecimiento del PBI tienen una sobreestimación de alrededor de 3% anual. Sucede lo mismo con la pobreza. Al final del gobierno de Toledo, la pobreza monetaria era de 48%. La proyección del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en agosto del 2006, fue reducirla en 10 puntos al final del quinquenio, es decir a 38%.
Con el cambio metodológico, el 2007 la pobreza monetaria se reajustó a 44%. Es decir, rebajaron la línea de partida de la pobreza. Para Matuk, la pobreza jamás estuvo en 44% y la actual gestión solo la redujo en 10 puntos, lo cual la coloca en 38%. Según el INEI, al cierre del año pasado, la pobreza era de 31,3%, y la proyección del gobierno es reducirla a 29,5% para el 28 de julio.
“El gobierno le está diciendo al país que tenemos 30% de pobres cuando en realidad tenemos 38%. Son 8% de diferencia, es decir más de 2 millones de pobres, que dice que no son pobres y sí lo son”, manifestó. Estas modificaciones arbitrarias han generado efectos contraproducentes en la economía.
“Ocultan la verdadera evolución de los sectores económicos y con ello distorsionan las políticas públicas en materia económica. La presentación de cifras de PBI a nivel de cada región ha acentuado las distorsiones porque estos valores son construidos entre cuatro paredes, y no con encuestas económicas exhaustivas”.
Como se recuerda, en agosto del 2006, el presidente García cuestionó la exactitud del Censo de Población 2005, y con ello la metodología del Censo Continuo que implicaba tener, cada año, dos mil encuestas en cada una de las 195 provincias del Perú. El nuevo censo realizado en el 2007 mostró una diferencia menor al 1%, demostrando la falsedad de los cuestionamientos.
Matuk explica que actualmente no se tienen datos de las 195 provincias, pero sí hay resultados a nivel de 25 regiones, que muestran que las promesas electorales de Analfabetismo Cero y Agua para Todos no han sido alcanzadas. A pesar de ello, el presidente García anunció hace poco que el analfabetismo había sido erradicado del Perú.
“En este tipo de metas concretas como alfabetización y agua potable, las encuestas tienen preguntas directas que permiten evaluar la evolución de la variable, pero existen otras variables más abstractas como la pobreza, en la que numerosos pasos intermedios son necesarios para obtener un resultado final”.
¿Jugada política?
Para el economista Armando Mendoza, la metodología del INEI es “poco transparente”. “No se ha dado acceso a investigadores y expertos independientes a la base de datos sobre la cual se elabora la información. Tenemos que apelar a la fe para creer en las cifras del INEI”.
Explicó que la cifra del PBI y de la pobreza, son además de un dato técnico-social, un elemento que se usa políticamente porque se ha convertido en un indicador a partir del cual se determina el éxito o fracaso de un gobierno.
Ante la necesidad de una medición real de las variables sociales y económicas, Farid Matuk indica que en el 2012 se debe restituir una partida para efectuar el Censo Continuo que había empezado en el 2006, la misma que solo fue incluida en el presupuesto del INEI para el 2007. Así, se podrá monitorear las promesas electorales de Pensión 65 y Cuna Más.
“Igualmente resulta urgente que se efectúe la construcción de una línea de base en este 2011, que permita identificar a nivel provincial las carencias más graves y asimismo evaluar la gestión García entre el 2006 y el 2011”.
Para una medición objetiva de la pobreza y poder identificar las políticas públicas más efectivas en su reducción, se debe aplicar una metodología uniforme desde el 1997 al presente. Sucede que su medición ha tenido como marco muestral el Censo de Población de 1993, el PreCenso de Población de 1999, el Censo de Población del 2005 y el Censo de Población del 2007.
Respecto a las variables económicas, apuntó que es necesario empalmar de manera científica el PBI base 1979 con el PBI base 1994, y establecer una metodología uniforme para efectuar evaluaciones de las políticas públicas. Finalmente, acotó que el INEI debe abstenerse de publicar un nuevo PBI basado en el Censo Económico 2008, porque éste omitió todo el sector agropecuario y el sector informal.
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