Ayavaca, noche del domingo 5 de junio. Foto: Mario Tabra
Por Mario Alberto Tabra Guerrero
Después de las elecciones se viene polarizando la sociedad peruana no porque el pueblo sea el polarizador, sino los intereses intrínsecos del modelo neoliberal que no admite que toquen ni un pelo sus egoístas ganancias.
14 de junio, 2011.- El Perú ha sufrido 479 años de colonialismo, mal endémico que trastocó económica, sociopolítica y mentalmente a la población, hubieron muestras de resistencia desde la misma llegada de los invasores en Puná, Tumbes y Wayakuntu hasta la de Manko Inka que señalaran el camino de la liberación con Tupak Amaru II que desencadenó una oleada de alzamientos hasta alcanzar la república usurpada por los criollos que no aceptan que ya están desfasados en este Perú milenario, pero así mismo hubo una resistencia pacífica como el Taki Onqoy y Yanahuara que nunca aceptaron el modelo europeo ni su cosmovisión occidental.
Han pasado 8 días de las elecciones con el triunfo de la voluntad del pueblo en las ánforas, blasfemia no admitida por quienes se entornillan en el trono de la servidumbre colonial, y han lanzado el grito al cielo y pretenden desconocer la sabiduría popular porque no aceptaron sus mensajes agresivos, regresivos, conservadores y antidesarrollistas, hoy respiran por la herida y dan manotazos de ahogados, ven caer su imperio de corrupción y sus tribulaciones suenan a momias egipcias que no tienen la fuerza de moverse pero que están ahí como zombis deambulando y emanando naftalina rancia y desvaneciente.
Las huestes más recalcitrantes del neoliberalismo apuntaron sus metralletas disparando ráfagas contra las promesas electorales, tratando de vender la idea de que es imposible de que los peruanos nos beneficiemos con nuestros propios recursos como el gas o que el Estado pueda invertir en su propio país, semejante insolencia de estos esbirros de las transnacionales, pero que al final de cuentas desnuda de quienes eran candidatos y a quienes iban a beneficiar en su eventual gobierno.
Ahora salen difundiendo analogías de qué modelo se ha de seguir, primero repetían como cotorras que era el de Venezuela y satanizaban sus particularidades, ahora salen con que va a ser el de Brasil que es según ellos el “más moderado” y resultan ser analistas expertos de la economía brasileña y cuando visite Estados Unidos entonces recién se contentarán que ya visitó al “adalid de la democracia” que la defiende con bombardeos, genocidios e invasiones en el medio oriente y Centroamérica o donde alguien tenga el “atrevimiento” de levantar la cabeza.
Pero es que estos neocoloniales no entienden los mensajes, ¿no le es digerible la palabra nacionalismo, dignidad, autonomía, inclusión social?, ¿le suenan a subversión, comunismo o revolución? Son más papistas que el Papa, ni en su meca Estados Unidos se temen a estos términos es más los aplican y se fortalecen. Señores cavernícolas , simplemente es un modelo basado en nuestra realidad, en nuestras inmensas riquezas y su gran biodiversidad que ha venido siendo destruida y saqueada durante 479 años sumando a las grandes mayorías a la pobreza y más extrema pobreza, modelo caduco y desfasado que tendrá que ser superado por uno nuevo e inclusivo, que se irá implementando de acuerdo a la suma de esfuerzos de nuestras comunidades indígenas, nativas, campesinas, afroperuanas, mestizas, todos los peruanos y peruanas que creemos en la soberanía en el desarrollo y en un futuro para nuestros hijos.
Ayavaca demostró su madurez política a nivel distrital alcanzó el 82.853 % de votos para Gana Perú y a nivel provincial con sus diez distritos 73.291 % lo que da una lección a los pueblos del Perú de que otro mundo es posible, de que se puede enrumbar por otras vías en armonía con la Pachamama.
Se avecinan tempestades, hay que sembrar bien nuestras raíces, para que el árbol que sembremos de buenos frutos y se multipliquen en bien de nuestro pueblo.
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