Servindi, 27 de julio, 2010.- Los indígenas que el domingo tomaron la central hidroeléctrica de Dardanelos para protestar por la construcción de la planta en un terreno sagrado, liberaron a los trabajadores del sitio, según informaron las autoridades.
Un vocero de la Fundación Nacional Indígena (FUNAI) confirmó que sólo cinco trabajadores de la planta permanecen en el sitio. Hasta el momento no hay informes de violencia o daños.
El acto de protesta fue por la demanda de un plan de sostenibilidad que compense la pérdida que ha supuesto dicho lugar arqueológico y por mayor financiamiento del gobierno para la educación y la salud.
Como se recuerda, el domingo, unos 300 indígenas de ocho grupos étnicos de la Amazonía tomaron el sitio en el estado de Mato Grosso, confinando a unos 100 obreros a sus barracones.
La planta hidroeléctrica que se construye en el río Aripuana debe comenzar sus operaciones para enero de 2011.
Impacto de Hidroeléctricas
El coordinador de la Fundación Nacional Indígena (FUNAI) de Juina, Antonio Carlos Ferreira, aseguró que “ellos no quieren dinero en mano”, sino “un programa de sostenibilidad.
“El sitio se encuentra a 30 kilómetros de nuestra reserva y su construcción ha causado gran impacto social y cultural en nuestra comunidad, eso sin mencionar el daño ecológico”, dijo el líder tribal Aledeci Arara.
Sin embargo, Paulo Rogerio Novaes, gerente de la planta perteneciente a la empresa Aguas da Pedra, dijo que la protesta indígena tenía que ver con la mejora en sus condiciones de vida, algo que el gobierno debería atender.
El corresponsal de la BBC en Brasil, Gary Duffy, explica que cerca del 80 por ciento de la energía de Brasil se produce en sus hidroeléctricas y el gobierno ha estado presionando para que se construyan nuevas plantas.
“Sin embargo, los planes gubernamentales se enfrentan a la oposición de grupos ecologistas y poblaciones indígenas”, indicó.
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