Servindi, 11 de febrero, 2010.- Delfín Tenesaca, Presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador, expuso sobre la Constitución Política de su país, que reconoce el Buen Vivir y declara el Estado Plurinacional (foto: Yolanda Otavalo).
La exposición se realizó en el Foro Público “El Buen Vivir de los Pueblos Indígenas Andinos” el jueves 28 de enero en el Congreso de la República de Perú. Aquí su ponencia.
Debate del Buen Vivir: "Nos hemos levantado por la vida"
Por Delfín Tenesaca
Parto de una expresión Kichwa de nuestro país (Ecuador), el llaki kausay, que significa vivir triste, vivir en una situación difícil, dura, problemática, donde no hay vida.
Yo quisiera empezar por definir por qué el buen vivir, por qué la plurinacionalidad, por qué algo nuevo, por qué el empezar de nuevo, por qué cambios profundos. ¿Por qué la reconstitución? ¿Por qué las constituciones? Esas expresiones que se escuchan en diferentes países de América Latina, pero también en el mundo.
En 1492, con la conquista, empezó el colonialismo. Luego los Estados republicanos enjaularon nuestra conciencia, nuestra sabiduría, nuestros conocimientos. Con las escuelas, con la llamada ciencia, la ciencia occidental que se contrapone a nuestros saberes de la cosmovisión. Desde esa época, desde esa occidentalización, la situación para los pueblos indígenas del Abya Yala, del Tawantisuyo, como que cada vez vamos peor.
La Pachamama es nuestra vida
Nosotros entendemos que nuestra Pachamama es nuestra vida y nosotros somos parte de la Pachamama. Lamentamos que con todo ese mundo tecnológico, con esta ciencia, con este conocimiento; sólo pensado en la plata, en tener más, en ganar más, en tener más poder, la estamos acabando, la están destruyendo. Hemos constituido un mundo de consumidores. Al convertirnos en consumidores, tenemos que someternos y ser dependientes de las grandes empresas multinacionales… Hasta a la Pachamama hemos hecho dependiente de químicos que matan la vida.
Esa es la realidad, así en forma general y así vamos construyendo ese desequilibrio de la vida, de la Pachamama, de la naturaleza, de los seres humanos. Esa es la queja que día a día se está viviendo en todo el mundo. Ustedes los grandes investigadores de la materia, sociólogos, científicos, investigadores, lo saben muy bien. Pero las noticias, los titulares de las noticias, de lo que está pasando en Haití, lo que está pasando en África, lo que está pasando con nuestros pueblos… Como dicen nuestras compañeras mujeres, a veces llueve de más, a veces no llueve, todo eso nos muestra que la Pachamama ya no aguanta más, está enferma.
Nosotros también estamos degenerando en pensamiento, en saberes, en vida, en esas experiencias. Pero no podemos quedarnos en lamentos y quiero compartir con ustedes lo que he recogido de la vida de la gente.
Tierra, agua, saberes
Sin tierra, sin agua, no hay buen vivir, así dicen los grandes chacareros, los taitas.
Desde 1990 en el Ecuador hemos peleado por la tierra, por la soberanía alimentaria, nos hemos levantado por la medicina natural, nos hemos levantado por nuestros saberes ancestrales, nos hemos levantado por nuestros signos y símbolos, nos hemos levantado por la vida. Somos de diversos pueblos y nacionalidades y somos fuertes, por eso hemos vivido más de 517 años de tanta injusticia y tanto atropello.
Hoy estamos proponiendo alternativas de vida, y no solamente hemos resistido, sino también ha resistido toda esa ciencia, sabiduría y conocimiento, nuestros principios filosóficos. Estos principios filosóficos ahora se han convertido en sumak kausay, en allin kausay, ahora considerado como el buen vivir.
La Pachamama es nuestra vida, nuestra base, y ahí está nuestra tierra, nuestra agua, nuestro aire, nuestro calor, nuestros runas, nuestros animales, nuestras plantas, nuestros recursos naturales. Y hoy se ve muy claro que los pueblos originarios estamos pidiendo que no se exploten minas, no destruir la vida, no destruir la naturaleza y nos consideran ignorantes. Nos dicen que estamos pisando sobre el oro, pero lo dicen pensado solamente desde la economía, no pensado desde la vida.
Pero nosotros tenemos nuestros saberes, nuestros conocimientos para defender la tierra. Ahí está el llamado el Ñunti. El ñunti es un concepto que permite horizontalizar la sociedad y entender la regulación y los bienes de la tenencia de las personas; allí está la vida colectiva, lo comunitario. Tenemos la responsabilidad de fortalecer esas colectividades, el sistema comunitario, esa forma de vivir tradicionalmente para repartir la abundancia.
Comunitarios con todos
Nosotros somos fuertes, no solo para resistir sino para enfrentarnos al neoliberalismo. Y ahí viene al sumak kausay, el buen vivir para defender el sistema de vida de los pueblos, de nosotros. No somos comunitarios únicamente entre nosotros, somos comunitarios con los pueblos y con los otros pueblos, por eso la exigencia de la plurinacionalidad.
Y cuando realmente se aplique la plurinacionalidad con todas sus normas, estamos seguros que vendrá el buen vivir, porque el buen vivir no es sólo cuando se tiene una buena casa o un auto o porque ya se tiene suficiente dinero y con eso es el buen vivir. No, nunca llegará con eso, sino cuando las estructuras del sistema político y económico de cada uno de los países, de los Estados, haya cambiado, se hayan convertido en un país y un mundo de todos.
Esa es nuestra cosmovisión, por eso miles y millones de mujeres y hombres, ancianos y ancianas, maestros y maestras, sabios y sabias, están diciendo: entregaremos nuestra vida porque nuestros hijos e hijas necesitan el buen vivir, para lo cual nuestros nuestros taitas, nuestros sabios están anunciando que viene el Pachakuti: la luz del nuevo tiempo y del nuevo espacio.
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Fuente: Agradecemos el envío de la información a Norma Aguilar Alvarado, del Área de Comunicaciones de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI). Sitio web:www.minkandina.org
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