Por Mario Alberto Tabra Guerrero
Como pueblos indígenas vivíamos armónicamente con la naturaleza y nada nos faltaba. Hoy como pueblos andinos originarios es un deber impostergable reivindicar nuestros principios, nuestros derechos y construir una sociedad recíproca y complementaria. 'Por que otro mundo, sí es posible'
Durante milenios de años el hatun runa (ser humano) en el Abya Yala (América prehispánica) los indígenas se proclamaban hijos de la Pachamama (Madre universal o naturaleza) desarrollando una ética con el ambiente, conviviendo con él, preservándolo, creándolo cuando era necesario y consecuentemente mejoraba su propia vida.
El siglo XXI nos recibió con una preocupación generalizada ¿Qué estamos haciendo con nuestro planeta Tierra? Lógicamente este tema se venía tratando treinta años atrás cuando surge el movimiento ecologista, se hicieron muchas cumbres, se tomaron muchos acuerdos, muchos compromisos, pero nuestro hogar común sigue deteriorándose ¡y que hacemos para evitarlo! cuando sea demasiado tarde nos lamentaremos y en vano nos preguntaremos ¿de quien fue la culpa, si de ellos o de nosotros? de ellos por destruirla o de nosotros por permitirlo.
A la par que crece esta incertidumbre del futuro no tan lejano de nuestra Pachamama (madre universal) surgió una variedad de tendencias ecológicas, todas se proclamaban salvadoras y protectoras del planeta. No es mi intención tener la verdad pero si es mi deber presentar este variopinto fenómeno ecologista que se pueden escudriñar entre la praxis mundial y la del Perú.
En primer lugar observamos los ecologistas conservacionistas que rinden un culto a la vida silvestre y bregan por declarar zonas reservadas, para proteger cierta especie de flora o fauna en vías de extinción entonces con apoyo de ONG o de algún filántropo de la naturaleza crean fundaciones para proteger cierto tipo de animal, planta o paisaje; privatizándose extensos territorios del hemisferio sur donde se encuentra la mayor biodiversidad de la tierra.
En segundo lugar tenemos a los ecoeficientista que tratando de evitar el cambio de rumbo de la sobrexplotación de los agentes contaminantes de la industria petrolífera, gasífera, minera, predican el uso de los recursos naturales controlando la contaminación, basándose en conceptos como modernización ecológica desarrollo sustentable responsabilidad compartida, pero diferenciada el que contamina paga y el principio precautorio; esta tendencia es respaldada por las grandes transnacionales y los gobiernos de América y del mundo
Seguidamente tenemos a los ecologistas nacionalistas-populistas que se preocupan de quien tiene la propiedad y el derecho sobre los recursos naturales, y como, sobre estos se puede usufructuar en bien del país. Estos ecologistas están más preocupados en como utilizar el tema para obtener réditos electorales y negociar con las grandes transnacionales siempre y cuando den mas canon al estado y contenten a las comunidades con ciertos regalitos.
En cuarto lugar podemos identificar a los ecologistas socioambientales, que plantean que hay una inequidad en la relación sociedad y medio ambiente. Basados en que para extraer los recursos naturales causan estragos en la población cercana de donde se explotan los mismos, por lo cual se debe resarcir a la población afectada y en los casos que no se ha iniciado la extracción se debe tomar en cuenta los riesgos costos y beneficios; además nos hablan de que se debe de adquirir -antes de la explotación- el consentimiento, previo libre e informado, realizar la zonificación ecológica socioeconómica, la participación de la población en decisiones que le afectan y una regulación estricta de la industria extractiva. Este ecologismo viene desarrollándose en zonas que han sufrido las secuelas de las industrias extractivas (léase San Cristóbal de Achuar, Oroya, Choropampa, Moquegua, Callao, etc.).
Por último, podemos observar el ecologismo naturalista o integrador que ve la naturaleza como un todo donde nada se encuentra aislado, si realizas una actividad productiva tienes que pensar en que puede afectar a la naturaleza. Proclaman que el ambiente no es sólo un instrumento que sirve a la satisfacción de necesidades humanas, sino que sobretodo es un ente con derechos y valores inherentes, los cuales se deben tomar en cuenta para cualquier acción humana, y mas aun cuando se trata de industrias extractivas -que quiérase o no- tienen que deteriorar los ecosistemas y equilibrio humano.
Luego de este recorrido sintético de las tendencias ecologistas, cabe preguntar ¿y usted que tipo de ecologista es?
Nota: Mayor información en los artículos en: La Disputa por el desarrollo de Maristella Svampa. y en el artículo Actores y ambientalismos de Anthony Bebbington y Dense Humphreys Bebbington publicados en el libro: Minería y Territorio en el Perú: conflictos resistencias y propuestas en tiempos de globalización.
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