- Tras las elecciones históricas en las que España dejó de ser bipartidista, Podemos -que se presenta como la tercera fuerza política- propone la transición al 100 por ciento de energías renovables y obligar a las compañías extractivas a crear un fondo de reparación por la contaminación. Planteamientos que ya han generado polémica en la Península Ibérica.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 23 de diciembre, 2015.- Las elecciones del pasado domingo cambiaron por completo el escenario político en España. Roto el bipartidismo entre el Partido Popular (PP) y el PSOE, derecha e izquierda tradicional, una tercera fuerza se ha impuesto en el parlamento español, Podemos.
Esto no solo representará modificaciones en las políticas públicas españolas, sino también en las de carácter ambiental. Y es que en comparación a las propuestas mesuradas que plantearon PP y PSOE en campaña, Podemos ha elevado en su programas reformas profundas en materia de disminución de la contaminación y cambio climático.
Participantes en el debate histórico de a cuatro que hubo a inicios de diciembre y en el que se ausentó Mariano Rajoy. Foto: ABC
Política de cambio
Una de las propuestas más atrevidas de Podemos es la de implementar la política de “Quien contamina paga”. La idea es promover la responsabilidad en las operaciones de las principales compañías extractivas que funcionan en España. Busca que estas, a través de su recaudación, creen un fondo de reparación del medio ambiente ante posibles daños ocasionados.
Esto, como es de esperarse ha sido rechazado por el sector empresarial español y por los partidos políticos tradicionales.
Otro planteamiento de Podemos es la implementación de un Plan de Transición Energética que tiene como objetivo la transición al 100 por ciento de energías renovables. Esto implica el abandono absoluta de los combustibles fósiles.
En contraposición, el partido más votado en España, el PP, tan solo se ha comprometido a priorizar una economía “baja en carbono”. Eso sumado a un compromiso por mantener los Parques Naturales.
Sin embargo, no muestra demasiado empeño en reducir las emisiones contaminantes, ni fija plazos o planes para finalizar el tránsito de las fuentes de energía fósiles a renovables.
Dato:
- En España existe la propuesta de imponer un “Cementerio nuclear” que albergue residuos tóxicos. Podemos se opone abiertamente a esta medida.
Imagen típica de Madrid por las tardes. Tiene una de las capas de smog más grandes de las capitales europeas.
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