Foto: Donaldo Humberto Pinedo Macedo
- Indígenas que no forman parte de la cadena de comercialización de otros productos tienen que especializarse para cubrir la demanda que básicamente está conformada por personas ajenas a las comunidades.
Servindi, 29 de octubre, 2015.- Las comunidades nativas ubicadas en la cuenca del río Urubamba, en los distritos de Echarati (Cusco) y Sepahua (Ucayali), afrontan la escasez de pescado debido a la creciente demanda local, producto, entre otras cosas, de la llegada de nuevos visitantes.
De acuerdo con un reporte del Centro Cultural José Pio Aza, esta carencia se debe a "los efectos indirectos de las actividades extractivas, específicamente del proyecto de gas de Camisea (en Cusco)."
El informe, de fecha 26 de octubre, apunta dos causas claras que explicarían este descenso: la primera tiene que ver con el impacto producido al ecosistema de los peces, producto del tráfico de grandes embarcaciones.
“Diariamente transcurren botes fuera de borda y embarcaciones de gran capacidad de carga. A esto se suman los botes de la Municipalidad Distrital de Echarati, que pasan y repasan el Pongo de Mainique hacia el Bajo Urubamba”, señala.
La segunda causa tiene que ver con la demanda local, pero no de las comunidades sino de las personas que llegan a éstas procedentes de diversos puntos con el fin de trabajar e integrarse al ciclo económico surgido a partir del boom gasífero.
En ese marco, quienes no forman parte de la cadena de comercialización de productos ajenos a la pesca han optado por especializarse. De este modo cubren dicha demanda que básicamente está conformada por personas ajenas a las comunidades.
En ese sentido, son los nativos menos favorecidos los que se especializan y los que deben guardar su mejor pescado para vender, lo que conduce a que se deprede con más intensidad el río.
“Claramente, esta tendencia en apogeo explica la escasez de pescado”, finaliza el reporte.
Puede leer el reporte haciendo clic aquí.
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