Imagen: Observtorio Cambio Climático
Por Rodrigo Arce Rojas*
14 de octubre, 2014.- Aunque la convivencia armónica entre los pueblos indígenas y la naturaleza ha sido la base de su matriz cultural esta realidad está cambiando en varias comunidades amazónicas lo que se traduce en la alteración de ecosistemas y afectación al bienestar de los propios pueblos indígenas.
Algunas de las manifestaciones son: el alejamiento de la fauna, la disminución o desaparición de peces en cuerpos de agua, la escasez de hojas de palmeras para el techado de las casas, la disminución de especies maderables consideradas comercialmente valiosas, la afectación de fibras y semillas destinadas a la artesanía, la mayor distancia para conseguir leña, la pérdida de fertilidad de suelos, entre otras expresiones.
Estos cambios son producto de presiones externas e internas. Existen varias fuerzas motoras que van configurando nuevos escenarios: i) crecimiento demográfico, ii) presiones del mercado y iii) aparición de nuevas necesidades con relación a la educación, la salud, la comunicación, la vestimenta, entre otros factores.
Existen casos donde se puede apreciar la conformación de “anexos” al interior de las comunidades que implican procesos de reasentamiento interno de las poblaciones con la finalidad de contar con los recursos naturales necesarios para mantener sus condiciones de vida.
No es raro que con el tiempo algunos de estos anexos busquen un proceso de reconocimiento como comunidad aparte. Además es frecuente encontrar casos donde las nuevas familias que se van conformando requieren de áreas para el cultivo de productos de pan llevar. Como producto de este proceso las áreas empurmadas (bosques secundarios) se van incrementando.
De otro lado, las presiones de mercado están afectando los periodos de barbecho y las buenas prácticas de aprovechamiento de recursos con la consiguiente pérdida de sostenibilidad y resiliencia de los ecosistemas forestales y los agroecosistemas en el interior de los territorios indígenas. Las señoras que se dedican a la artesanía manifiestan que cada vez es más difícil conseguir las fibras y semillas para la artesanía y por lo tanto afectan sus posibilidades de generación de ingresos para la familia.
Frente a este creciente fenómeno de alteración de ecosistemas y alejamiento de especies maderables y no maderables de interés para las comunidades es importante que las comunidades y sus organizaciones puedan promover procesos de restauración ecológica y biocultural en los territorios indígenas tomando en cuenta su cosmovisión y sus valores. A favor de las comunidades juegan varios factores que pasamos a enumerar:
- Primero: La gran superficie conservada que se mantiene en los territorios indígenas que en buena cuenta significa una importante dotación de biodiversidad forestal que ofrece el potencial biótico y la capacidad de resiliencia que son fuerzas naturales que favorecen la recuperación de los ecosistemas.
- Segundo: El gran conocimiento ecológico y biológico que aún se mantiene en las comunidades. Así mismo el conocimiento de prácticas de aprovechamiento sustentable.
- Tercero: La base cultural que aún se mantiene estrechamente asociada a una relación respetuosa con la naturaleza. Se menciona además los valores de solidaridad y reciprocidad y las prácticas relativas a la economía del don (la correspondencia entre el dar y el recibir).
- Cuarto: La fuerza de la organización indígena no solo al interior de las comunidades sino también entre diversos niveles geográficos que alcanzan a las federaciones distritales, provinciales, departamentales, nacionales e incluso a nivel internacional. Como sabemos, esto les da un gran poder a los pueblos indígenas en los procesos de diálogo y negociación en todas las esferas.
Ahora bien, hay que estar conscientes que estos factores favorables también se encuentran amenazados. Uno de los problemas más latentes tiene que ver con la brecha generacional en cuanto a aspiraciones de calidad de vida. Esto se traduce por ejemplo en la dramática pérdida de conocimientos tradicionales sobre los bosques, el uso de plantas medicinales, entre otras manifestaciones.
Los procesos de aculturación y la fuerza seductora del mercado producen tensiones y divisiones al interior de las comunidades. De ahí que no sea raro que frente a los procesos de interacción con industrias extractivas la comunidad aparezca dividida.
Todos estos temas, antes que negarlos, deben ser abordados objetivamente por los propios pueblos indígenas tomando en cuenta los principios de autodeterminación y desarrollo propio. De lo contrario se cae en posiciones que van desde el rechazo absoluto a la mercantilización de la naturaleza (por tanto al mercado) hasta posiciones que señalan que solo la inserción efectiva en el mercado generará mejores condiciones de vida de los pueblos indígenas.
Felizmente aparecen con fuerza nuevas propuestas políticas y técnicas que van configurando lo que se ha dado en llamar: el “buen vivir”, “vivir bien”, “vida plena”, entre otras denominaciones. Ello permite recuperar para el debate interno y para la capacidad propositiva frente a actores externos los atributos, variables e indicadores del concepto de “desarrollo” que quieren para sí los diversos pueblos indígenas.
En todo este proceso, dos retos son importantes. El primero refiere al necesario enfoque intercultural que debe regir en estas interacciones entendiendo que lo intercultural no es unilateral sino alude a un profundo sentido de correspondencia mutua, es decir la obligación no solo de tratar de ser entendido sino también de entender a la otra parte.
El segundo alude a la necesaria discusión sobre la nueva ética económica indígena. Son los propios pueblos indígenas que deben caracterizar a esta nueva ética económica como producto de sus propios espacios de participación y gobernanza en general. De esta manera se podrá participar de mejor manera en los procesos de diálogo con la sociedad y con los procesos de globalización.
La restauración ecológica y biocultural en territorios indígenas alude justamente el hecho de revertir los procesos de alteración biofísica y cultural que se están dando en muchas comunidades. Implica, como ya se ha mencionado procesos de revaloración, revitalización y vigorización cultural en el que los conocimientos y saberes tradicionales juegan un papel clave.
Estos procesos pueden realizarse a partir de la propia energía cultural de los pueblos indígenas y no necesariamente están condicionados a la presencia de recursos externos, aunque no se niega que eventualmente puedan existir iniciativas colaborativas que vayan en la misma dirección.
En esta perspectiva se presenta la propuesta de manejo forestal comunitario tradicional orientado a bienestar y sustento. Desde la perspectiva de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio el “Bienestar humano es un estado que depende del contexto y de la situación, que comprende aspectos básicos para una buena vida: libertad y capacidad de elección, salud y bienestar corporal, buenas relaciones sociales, seguridad y tranquilidad de espíritu”. Esta concepción calza con el enfoque de gestión biocultural y busca:
- Poner en valor la diversidad biológica y la diversidad de cultivos nativos y plantas tropicales naturalizadas sobre la base de iniciativas locales de manejo y conservación de recursos naturales y capital cultivado o doméstico.
- Poner en valor el conocimiento tradicional sobre diversidad biológica y de agrobiodiversidad como fundamento central de la experiencia.
- Subirse a la energía social de la comunidad de tal manera que no se creen artificialmente nuevos grupos organizativos sino que se aproveche las organizaciones locales existentes.
El manejo forestal comunitario tradicional orientado a bienestar y sustento puede o no estar orientado al mercado (pues justamente son las propias comunidades las que deciden autónomamente si deciden articularse al mercado y en qué grado). Entre las opciones de manejo podemos mencionar como ejemplos:
- El acceso y la calidad de la dieta
- Enriquecimiento de bosques con especies de valor alimenticio humano.
- Enriquecimiento de bosques con especies atractivas de fauna.
- Manejo de especies forrajeras (con fines de alimentación de ganado).
- Huertos de frutales nativos.
- Manejo de palmeras alimenticias.
- Manejo de plantas hospederas de suri.
- Manejo de plantas proveedoras de alimentos para peces.
- Acceso a salud a partir de los bienes y servicios del bosque
- Enriquecimiento de bosques con plantas medicinales.
- Huertos de plantas medicinales.
- Manejo de uña de gato.
- Manejo de sangre de grado.
- Manejo de bosques de copaiba.
- Necesidades de materiales para viviendas culturalmente confortables
- Manejo de bosques secundarios.
- Manejo de varillales.
- Manejo de palmeras con hojas para techos.
- Necesidades comerciales: Manejo de especies proveedoras de insumos para artesanía
- Manejo de plantas productoras de tintes.
- Manejo de plantas productoras de semillas.
- Necesidades intelectuales: Bosques como escuelas de aprendizaje y enseñanza
- Necesidades emocionales: Bosques como espacios de diversión y encuentro
- Necesidades espirituales: Bosques como paisajes que fortalecen el espíritu
El manejo forestal comunitario tradicional orientado a bienestar y sustento se articula muy bien a la propuesta de REDD+ Indígena Amazónica (RIA) que busca reducir emisiones forestales a través de la Territorialidad Integral de los Pueblos Indígenas y sus Planes de Vida colectivos, como la mejor garantía para detener la deforestación y degradación de los bosques. Esto en buena cuenta tiene que ver con la gestión integral y holística de los territorios indígenas bajo gobernanza propia.
Literatura revisada:
- AIDESEP, 2014. Redd+ Indígena Amazónico (RIA) hacia la COP20: Avanza la propuesta de AIDESEP y COICA. Disponible en: http://www.aidesep.org.pe/redd-indigena-amazonico-ria-hacia-la-cop20-avanza-la-propuesta-de-aidesep-y-coica/ Acceso el 12 de octubre de 2014.
- Argumedo, Alejandro. S.f. Territorios Bioculturales Indígenas: Una propuesta para la protección de territorios indígenas y el Buen Vivir. Asociación ANDES. Disponible en: http://www.internationalfunders.org/documents/TerritoriosBioculturalesIndigenas.pdf Acceso el 12 de octubre de 2014.
- Vargas, Orlando (Editor). S.f. Los Pasos Fundamentales en la Restauración Ecológica. En: Guía Metodológica Para la Restauración Ecológica del Bosque Altoandino, Grupo de Restauración Ecológica. Disponible en: http://www.redcre.com/restauracion2.html. Acceso el 12 de octubre del 2014
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*Rodrigo Arce Rojas es Ingeniero Forestal. Su correo es: [email protected]
Comentarios
Estimado Rodrigo,
Cierto es lo que se expresa en el artículo, y más aún lo que se indica en un párrafo :"Estos cambios son producto de presiones externas e internas. Existen varias fuerzas motoras que van configurando nuevos escenarios: i) crecimiento demográfico, ii) presiones del mercado y iii) aparición de nuevas necesidades con relación a la educación, la salud, la comunicación, la vestimenta, entre otros factores". Consecuentemente, no podríamos esperar que lo que es avance para unos es retraso para otros. Las comunidades de individuos evolucionan aún guardando sus riquezas culturales, y lo que apreciamos y hacemos a su favor ahora, mañana ya no lo es. Mal que bien, lo externo quiere decir ahora lo global, lo climático, aquello que es inevitable porque es mas fuerte que las voluntades locales. De mi punto de vista se debe aterrizar con gobernanza y "adecuación" a los cambios irreversibles.. aquellos que has mencionado.
Cordialmente,
Manuel De Los Heros.
Ing. Forestal CIP 18606
Estimado Manuel:
Muchas gracias por tus valiosos comentarios. Un gran saludo forestal. Cordialmente, Rodrigo
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