Eusebio Torres. Imagen tomada de la Organización de Periodistas Iberoamericanos |
Servindi, 17 de marzo, 2014.- Una hija jamás imagina ver la muerte de su padre, salvo la hija del dirigente paraguayo Eusebio Torres quien fue asesinado el 6 de marzo por dos desconocidos mientras conversaba con ella en su casa en la colonia de Santa Lucía, distrito de Itakyri, departamento de Alto Paraná. El gobierno reconoció el hecho luego de una semana.
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, en declaraciones a la agencia EFE el 13 de marzo, confirmó el deceso de quien fuera uno de los campesinos emblemáticos que luchan por la liberación de tierras estatales ocupadas por latifundistas brasileños dedicados a la agricultura de la soja.
Los asesinos saludaron a Torres en un primer momento, lo que demuestra que el crimen fue premeditado, para luego matarlo a balazos, los que impactaron en la cabeza y el pecho del campesino de más de 60 años, informó la esposa a los policías.
De Vargas señala, "da cuenta de que se trata de sicarios, no es, digamos, algo improvisado". Y es que en Paraguay, uno de los países que al igual que la mayoría de países latinoamericanos, tiene agudos problemas por la repartición y titulación de tierras.
Desde 1989 Torres dirigía la asociación local campesina para la apropiación de tierras, y en este proceso había recibido varias amenazas de muerte, comenta Cresencio Sosa, otro dirigente campesino que también fue víctima de amedrentamientos por teléfono.
El comentario de Sosa es apoyado por el secretario general de la Asociación de Agricultores de Alto Paraná (ASAGRAPA), Tomás Zayas, quien refuerza la existencia de una mafia sojera.
"Es un amedrentamiento contra los campesinos y contra la nueva administración para que no se reparta la tierra", manifiesta Sosa.
Esta política de amenazas se nota de manera constante desde junio del 2012. Hasta la actualidad ya son 7 los campesinos asesinados por desconocidos en diferentes puntos de la nación guaraní.
Lo asesinaron cuando todo estaba mejor
Eusebio Torres había ya entablado conversaciones con el aparato estatal para la recuperación de tierras públicas, las cuales finalizaron con la intervención del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) para reconocer terrenos en Itakyri para su posterior recuperación.
Es así que Torres días antes de su muerte sirvió de guía al director del Instituto para observar el problema con los terratenientes sojeros de Brasil.
Una de la conclusiones de la visita del INDERT fue que los sojeros poseían más de 3 mil hectáreas de tierras que deberían ser de los campesinos locales.
El senador del Partido Liberal opositor al Gobierno, Luis Alberto Wagner, dice que los causantes de la muerte de Eusebio Torres son "grupos mafiosos que falsifican títulos, utilizan a la Fiscalía, la policía y los jueces".
Además que "todos los indicios llevan a que son policías fuera de servicio". Esta última aseveración, fue ignorada por el ministro del Interior.
A esto se suma el abuso de la Fiscalía paraguaya, la cual ha detenido casi 200 agricultores por "asociación ilícita o coacción grave" mientras sucedían las protestas contra los terratenientes de la soja, finaliza Wagner.
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