Poner la vida en el centro de las propuestas del desarrollo, de la política y de la economía cambia radicalmente una relación utilitaria, agresiva y expoliadora de la naturaleza. En estas perspectivas de pensamiento nos sentimos y actuamos como parte de una misma realidad sino que en esa misma realidad cobran sentido los espíritus, las deidades, los imaginarios, las emociones, las intuiciones, la historia, la música, la poesía. Como herederos de la civilización occidental nos resulta muy difícil de entender que estas relaciones puedan darse. No obstante es la forma de pensar y de sentir de muchas comunidades.
Por Rodrigo Arce Rojas*
30 de abril, 2019.- Nuestro planeta está marcado por múltiples crisis que en el fondo están interrelacionadas. Los grandes problemas de frontera que aquejan a la humanidad como el cambio climático, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la extinción de especies, la tala ilegal, la minería ilegal, el comercio y tráfico ilegal de fauna silvestre, la deforestación, la deglaciación, la contaminación del aire, del agua y los suelos, entre otros, revelan una crisis civilizatoria. ¿Qué es lo que nos ha llevado a esta situación?
Si buscamos las raíces de los grandes problemas ambientales encontramos que el modelo de desarrollo dominante, sustentado en una economía capitalista (llamada también neoliberal), es lo que nos ha llevado a esta situación. Como bien señala Escobar (2014; p. 43) el “desarrollo” está asociado fundamentalmente a crecimiento, progreso, reformas de mercado, extractivismo e incremento desmedido en el consumo material individual. El modelo económico hegemónico pone en el centro conceptos como mercado, crecimiento económico, productividad, competitividad, eficiencia, maximización de beneficios. El mercado se convierte en teología y todo debe ser explicado y resuelto desde el mercado y para el mercado. En esta perspectiva de mundo único y de conceptos acabados la recompensa por seguir fielmente la doctrina es el progreso, desarrollo, desarrollo sostenible. Sólo que no estamos hablando de un desarrollo realmente sostenible sino la creencia absoluta que el crecimiento económico nos llevará al reino de la armonía eterna, siempre en cuando estemos dispuestos a pagar los sacrificios ambientales y sociales que ello requiere.
Si buscamos las raíces de los grandes problemas ambientales encontramos que el modelo de desarrollo dominante, sustentado en una economía capitalista (llamada también neoliberal), es lo que nos ha llevado a esta situación.
Podemos encontrar una raíz histórica de este proceso en el cual la ciencia y la política han contribuido a legitimar la revelación de la economía científica cuya solución mágica radica en internalizar las externalidades o justificar los desacoples de la realidad como fallas de mercado. Así, una ciencia positivista disyuntiva, reductiva, lineal, determinista, y controladora confluye con un sistema económico capitalista, liberal y secular, homogeneizante e individualizante. Como religión universal buscan la globalización como credo único (Escobar, 2014; p. 19). Con la globalización se ha impuesto la gramática del individuo, la racionalidad, la eficiencia, la propiedad privada y, por supuesto, el mercado –todas nociones claves de la modernidad dualista– (Escobar, 2014; p. 58). Hasta la política y la tecnología (tecnociencia) han quedado subordinadas a la lógica de la economía neoliberal.
Como respuesta a este mundo único ha emergido el concepto de pluriverso que es un reconocimiento que no hay un solo mundo (el de los conceptos acabados del sistema capitalista) sino un mundo conformado por muchos mundos. Como señala Escobar (2014; p. 19, p. 109, 145) el pluriverso es el reconocimiento que la vida es profundamente relacional e interdependiente y que hay muchas culturas y perspectiva o representaciones subjetivas. En este contexto, los estudios del pluriverso:
Se orientan, por un lado, a presentar alternativas viables al discurso y prácticas del mundo único para aquellos uni-mundistas modernos ya cansados de sus vacías narrativas universalistas; y, por el otro, a entender los múltiples proyectos basados en otros compromisos ontológicos y formas de mundificar la vida, y las muchas maneras como estas luchas debilitan el proyecto del mundo único y al mismo tiempo contribuyen a ampliar sus espacios de re-existencia (Escobar, 2014; p. 21)
El pensamiento Occidental, caracterizado por el egocentrismo racional, el poder totalitario y la euforia consumista (Vélez, 2014: p. 7) no ha resuelto la relación de convivencia afectuosa entre la naturaleza y la sociedad. Por ello desde diversos campos que van desde el pensamientos de los pueblos, sus organizaciones y movimientos sociales, y la academia crítica han construido propuestas alternativas o contrahegemónicas. Asimismo, aún desde la propia economía capitalista se han ido generando alternativas a los presupuestos básicos de una economía que está reñida abiertamente con las consideraciones ambientales o sociales o bien está edulcorada o enverdecida, pero sin mover un ápice el corazón de su propuesta de crecimiento económico (Arce, 2018).
El reconocimiento del pluriverso por tanto está dirigido a entender que no hay una única manera de relacionarse con la naturaleza sino múltiples manifestaciones en donde es posible reconocer que tanto humanos como no humanos formamos parte de la vida. Entre las múltiples expresiones de pensamientos emergentes orientados al reconocimiento del pluriverso pasaremos revista los siguientes, sin que la lista sea exhaustiva:
• Pensamiento del sur.
• Pensamiento decolonial
• Postdesarrollo
• Alternativas al “desarrollo”
• Ontología relacional
Pensamiento del sur: Ubicado en las corrientes denominadas también epistemología del sur. Las epistemologías de sur refieren a un pensamiento alternativo de alternativas que se sustentan en torno a cuatro principios: 1) todo el conocimiento científico-natural es científico-social; 2) todo conocimiento es local y total; 3) todo conocimiento es autoconocimiento; 4) todo conocimiento científico pretende constituirse en sentido común (Meneses, 2018: p. 24).
Pensamiento decolonial: Se ubica en el marco de la generación de variadas oposiciones planetarias al pensamiento único (Mignolo, 2007; p. 33). Tiene como razón de ser y objetivo la decolonialidad del poder (es decir, de la matriz colonial de poder) (Mignolo, 2007; p. 30). El pensamiento decolonial nos invita a cuestionar la modernidad europea desde la reflexión de su antítesis, la colonialidad en América, y los efectos que la colonialidad del poder, del saber, y del ser, han tenido sobre el sujeto colonial global (Fonseca y Jerrems, 2012: p. 103).
Postdesarrollo: La idea de postdesarrollo se refiere a la posibilidad de crear diferentes discursos y representaciones que no se encuentren tan mediados por la construcción del desarrollo (ideologías, metáforas, lenguaje, premisas, etc.), por lo tanto, la necesidad de cambiar las prácticas de saber y hacer y la “economía política de la verdad” que define al régimen del desarrollo. Esto implica reconocer los conocimientos locales como fuentes de producción de conocimientos y las respuestas alternativas que realiza la gente a las propuestas de intervenciones externas de desarrollo (Escobar, 2005; p. 18). El postdesarrollo no sólo examina y pone en entredicho los resultados del desarrollo, mostrando sus fracasos, sino que cuestiona el discurso desarrollista como tal, subrayando su estrecha relación con el universo filosófico de la Modernidad (Unceta, 2014/2015: p. 31).
Alternativas al desarrollo: Comprende los siguientes conceptos: Convivencialidad; desarrollo sustentable superfuerte, biocéntricos, ecología profunda; crítica feminista, economía del cuidado; desmaterialización de las economías, decrecimiento (en parte); interculturalismo, pluralismo, ontologías relacionales, ciudadanías expandidas y buen vivir (algunas manifestaciones). (Gudynas, 2011: p. 47). El concepto de buen vivir forma parte de las alternativas al desarrollo (Escobar, 2014; p. 38).
Ontología relacional: En las ontologías relacionales, humanos y no-humanos (lo orgánico, lo no-orgánico, y lo sobrenatural o espiritual) forman parte integral de estos mundos en sus múltiples interrelaciones como seres sensibles. Por esta razón, no son solo los humanos (especialmente los científicos) quienes representan lo no-humano; una política relacional atiende a múltiples voces y dinámicas que surgen del entramado de lo humano y lo no-humano, sin reducirlas a las reglas de lo humano. (Escobar, 2014: p. 129).
Poner la vida en el centro de las propuestas del desarrollo, de la política y de la economía cambia radicalmente una relación utilitaria, agresiva y expoliadora de la naturaleza.
Todas estas propuestas, tienen en común que han nacido al influjo del pensamiento crítico y del pensamiento filosófico. No es de extrañar que sean expresiones del pensamiento complejo en tanto la búsqueda de otras formas de pensar más allá de lo normalizado, estandarizado o instituido. Están motivados por un profundo respecto a la vida, a un compromiso profundo por la sustentabilidad fuerte y el reconocimiento que humanos y no humanos formamos parte de la misma trama de la vida. Poner la vida en el centro de las propuestas del desarrollo, de la política y de la economía cambia radicalmente una relación utilitaria, agresiva y expoliadora de la naturaleza. En estas perspectivas de pensamiento no sólo humanos y no humanos nos sentimos y actuamos como parte de una misma realidad sino que en esa misma realidad cobran sentido los espíritus, las deidades, los imaginarios, las emociones, las intuiciones, la historia, la música, la poesía. Como herederos de la civilización occidental nos resulta muy difícil de entender que estas relaciones puedan darse. No obstante es la forma de pensar y de sentir de muchas comunidades. Por ello la invitación a sentipensar la tierra, pensar como la naturaleza, pensar como las selvas (Maldonado, 2016).
Referencias bibliográficas:
- Arce, Rodrigo. (Marzo, 2018). Economías, economías alternativas y sustentabilidad. (Mensaje en un blog). SERVINDI. Recuperado de: https://www.servindi.org/actualidad-opinion/04/06/2018/economias-economias-alternativas-y-sustentabilidad
- Escobar, Arturo Sentipensar con la tierra. (2014). Nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia/ Arturo Escobar --Medellín: Ediciones UNAULA, 184 p. (Colección Pensamiento vivo).
- Escobar, Arturo (2005) El “postdesarrollo” como concepto y práctica social. En Daniel Mato (coord.), Políticas de economía, ambiente y sociedad en tiempos de globalización. Caracas: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela, pp. 17-31.
- Fonseca, Melody y Jerrems, Ari. (2012). Pensamiento decolonial: ¿una “nueva” apuesta en las Relaciones Internacionales? Relaciones Internacionales, núm. 19, febrero GERI – UAM
- Gudynas, Eduardo (2011). “Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América Latina: Una breve guía heterodoxa”, en Lang, Miriam y Mokrani, Dunia (comp.), “Más Allá del Desarrollo”, Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo, 1era edición, Ediciones Abya YalaUniversidad Politéctica Salesiana, Fundación Rosa Luxembrugo, Quito, Ecuador: disponible en PDF en: http://rio20.net/wp-content/uploads/2012/07/masalla-del-desarrollo_30.pdf
- Maldonado, CE. 2016. Pensar como la naturaleza una idea radical. Uni-pluri/versidad, Vol. 16, N.° 2, 41-51. Disponible en: https://www.researchgate.net/profile/Carlos_Maldonado2/publication/318513453_Pensar_como_la_naturaleza_Una_idea_radical/links/59760af0aca2728d026c1e00/Pensar-como-la-naturaleza-Una-idea-radical.pdf?origin=publication_detail
- Meneses, María. (2018). Pensando desde el sur y con el sur. En: Santos, Boaventura de Sousa (2018). Construyendo las Epistemologías del Sur: para un pensamiento alternativo de alternativas. Provincia Autónoma de Buenos Aires: CLACSO.
- Mignolo, Walter. (2007). El pensamiento decolonial: desprendimiento y apertura. Un manifi esto. En: Castro-Gómez, Santiago y Grosfoguel, Ramón (Compiladores). (2007). El giro decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar.
- Unceta, Koldo. (2014/2015). Desarrollo alternativo, alternativas al desarrollo y buen vivir: elementos para el debate. PAPELES de relaciones sociales y cambio global. Nº 128, pp. 29-38
- Vélez, Bibiana. (2014). Otras formas de soñar el mundo Pluralismo, anarquía y emoción En: Centro Interuniversitario de Investigación e Intervención Social (CIIIS) y Filosofía Afroindoabiayalense Escuela del Pensamiento Radical (FAIA). Pensamiento del Sur. -1a. ed. - Buenos Aires, Editorial Abierta (FAIA) - CIIIS, 194 pp.
---
*Rodrigo Arce Rojas es Doctor en Pensamiento complejo por la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin. Correo electrónico: [email protected]
Añadir nuevo comentario