Por Víctor Alexis Ore Zevallos*
14 de agosto, 2016.- El presidente Pedro Pablo Kuczynski, tiene claro lo que quiere para la juventud, y esto es mejorar su desocupación sobre todo en barrios emergentes de los conos de Lima, generar más empleo formal para los jóvenes, fortalecer su educación con tecnología, generar un sistema de centros juveniles en los grandes barrios de ingresos medios y bajos donde se practique el deporte, la música, se promueva la educación principalmente cívica, el entretenimiento que estreche lazos de amistad, además de otras actividades saludables, apoyando a las organizaciones civiles y religiosas para asegurar su colaboración y experiencia.
Lo que no tiene claro es cómo y con qué, pues en sus diversas declaraciones propuso colocar al actual ente rector –SENAJU- en las estructuras del Ministerio de Cultura o de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, calificando luego de demagógica la propuesta de un Ministerio de la Juventud, para de allí pasar a las propuestas de un Ministerio de Trabajo y Juventud y finalmente a un Ministerio de la Juventud y Deportes, lo que es un claro síntoma de sus buenas intenciones, pero de ausencia de técnicos en esta especialidad.
Entre sus primeras acciones, se nota la inclusión de jóvenes en su estructura de gobierno, pero consideremos que los jóvenes universitarios profesionales, apenas representan el 19% de la población juvenil total, por lo que habría que considerar una estrategia para llegar a los otros grupos, al que el actual ente rector de juventud y gobierno saliente no han podido impactar.
Los sectores de la juventud rural, con discapacidad y de problemas con la ley, siguen siendo los más vulnerables y olvidados, como lo detalla el CONAJU en sus Lineamientos de Política Nacional del 2005 y en su Plan del 2006 el cual no llego a ejecutarse. Indicadores como la pobreza juvenil rural que llega al 41% con una brecha de 28 puntos respecto a la urbana, el crecimiento de 65 a 85% en la juvenilización de los delitos en la última década, 55% de subempleo y 16% de desempleo son retos a los cuales el nuevo gobierno debe enfrentar.
Tratados internacionales como el Programa de Acción Mundial de la Juventud de las Naciones Unidas y la Convención Iberoamericana por el Derecho de los Jóvenes, no han podido ser ratificados, implementados y evaluados para conocer en qué situación estamos realmente, y al parecer existe un Congreso que no tiene la intención de poner su discusión en agenda.
El panorama de un crecimiento desigual como el peruano, nos lleva a tener que trabajar las políticas de forma integrada, focalizando sectores e integrando poblaciones, a través de políticas intergeneracionales, comunitarias y articuladas y con un ente rector que fortalezca a los diversos actores públicos y privados interesados en trabajar en este proceso, y evitar duplicar acciones y presupuestos que pueden tener mayores impactos en otras acciones.
Es de conocimiento público que las buenas intenciones existen, pero las propuestas viables para este sector y los presupuestos no se juntan; y como comentaba en un post, liderazgos existen pero están debilitados, ante la práctica sistemática de muchos políticos de no fortalecer la institucionalidad y vender la utopía de los cuadros políticos, pues esta primero pasa por tener cuadros técnicos que se formen desde la juventud, conozcan su realidad, sus fortalezas, sus debilidades y tengan la capacidad de concertar, así que PPK el trabajo recién empieza y las nuevas generaciones esperan mucho de un líder con experiencia como lo es Ud.
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*Víctor Alexis Ore Zevallos es especialista en políticas de juventud, consultor para monitoreo de proyectos y políticas publicas de juventud y desarrollo rural. Pueden visitar su blog: http://perujuventudesrurales.blogspot.com/
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