Por Juan Carlos Ruiz Molleda*
14 de junio, 2019.- El problema es que el enfoque sobre la conservación y los recursos naturales en el Perú, que manejan muchas agencias del Gobierno y de algunas ONG es discriminatorio y violatorio de los derechos humanos de los pueblos indígenas, concretamente de sus derechos a sus territorios, tierras y recursos naturales.
En el caso de las Áreas Naturales Protegidas, en vez de excluir a los pueblos indígenas, que muchas veces son los grupos con la más larga y amplia historia de conservación, las agencias del gobierno deberían de reconocer la contribución enorme de ellos a la protección de estos territorios y de estos bosques.
Deberían aliarse con estos pueblos indígenas, contra los verdaderos enemigos de la conservación, que son las empresas que promueven la expansión ilimitada de las concesiones petroleras, mineras, madereras y agroindustriales.
En uno de los últimos informes de la Relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre los derechos de los pueblos indígenas, Sra. Victoria Tauli-Corpuz, esta alta funcionaria reconoce que los pueblos indígenas tienen derecho a los territorios que ocuparon tradicionalmente incluso si sobre ellos se ha establecido áreas naturales protegidas (ellas las denomina zonas protegidas)
Este informe cuestiona el modelo conservacionista detrás de la Ley de áreas naturales protegidas y detrás del enfoque de muchas agencias del Gobierno, que no solo desconoce los derechos de los pueblos indígenas, sino que los invisibiliza y los expulsa de su territorio.
En este informe se da cuenta que el nuevo paradigma de las Áreas naturales protegidas es el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y la gestión conjunta de estas por los pueblos indígenas y el Estado.
Lo que dice la Relatora en un reciente informe:
1. Los conservacionistas desconocen el aporte de los pueblos indígenas a la conservación de los bosques
“Los pueblos indígenas mantienen fuertes vínculos espirituales con las plantas, los árboles y los animales que viven en sus tierras, y para ellos, proteger sus territorios es un deber sagrado. Los pueblos indígenas, sin embargo, tal vez no se autodenominan ecologistas, y por esta razón la comunidad dedicada a la conservación desconoce en gran medida lo que aportan a la conservación. Por otra parte, se reconoce cada vez más que las tierras ancestrales de los pueblos indígenas contienen los ecosistemas más intactos y proporcionan la forma de conservación más eficaz y sostenible. Se han hecho estudios que demuestran que los territorios de pueblos indígenas que han obtenido derechos sobre la tierra están notablemente mejor preservados que las tierras adyacentes. Sin embargo, todavía no se reconoce debidamente el importante papel que desempeñan los pueblos indígenas. Según el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2014 menos del 5% de las zonas protegidas del mundo eran administradas por pueblos indígenas y comunidades locales”. (Victoria Tauli, Informe, párrafo 15)
2. Los pueblos indígenas han sido desplazados de las zonas protegidas
“Las actividades de conservación tradicionalmente se centraban a nivel de Estado y se basaban en la expropiación de tierras que posteriormente pasaban a estar bajo control gubernamental. Tras ser desplazados, los pueblos indígenas se veían privados de autonomía y de acceso a los recursos naturales necesarios para su subsistencia, y se rompían los vínculos tradicionales y espirituales con las tierras ancestrales. Los pueblos indígenas marginados y empobrecidos han seguido luchando por el acceso a sus territorios y la tenencia de la tierra, lo que ha dado lugar a fricciones y conflictos permanentes”. (Victoria Tauli, Informe, párrafo 16)
3. El problema: El modelo excluyente y aislacionista detrás de las normas sobre áreas naturales protegidas. Se crean zonas protegidas sobre la base de la expulsión de sus territorios
“Este enfoque excluyente y aislacionista de la gestión de las zonas protegidas se propagó por América del Norte y llegó a África, Australia, Nueva Zelandia, la Federación de Rusia y algunas partes de Asia y América Latina. Siguió siendo el modelo dominante durante más de un siglo y su legado, centrado en el Estado, sigue influyendo considerablemente en las iniciativas actuales de conservación. Aunque nunca se podrá proporcionar información completa porque no existen registros exactos, hay abundantes pruebas de que se desposeyó de sus tierras a un gran número de indígenas. De hecho, según las estimaciones, son millones las personas que podrían haber sido desplazadas en todo el mundo”. (Victoria Tauli, Informe, párrafo 35)
4. Nuevo paradigma de las áreas naturales protegidas, sobre la base del reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas
“El Congreso Mundial sobre los Parques es el foro de establecimiento de normas y directrices internacionales relacionadas con las zonas protegidas más importante del mundo. En el Congreso celebrado en Durban en 2003 los principales ecologistas del mundo anunciaron un “nuevo paradigma” relativo a las zonas protegidas que respetaría los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Este importante cambio en el enfoque de la conservación se adoptó en respuesta a la creciente opinión pública de que era injusto que los modelos convencionales excluyeran o marginaran a los pueblos indígenas y las comunidades locales de la administración y gestión de las zonas protegidas”. (Victoria Tauli, Informe, párrafo 39)
Ver documento de Relatora de las Naciones Unidas de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
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*Juan Carlos Ruiz Molleda es es abogado de la PUCP, con especialización en derecho constitucional y Coordinador del Área de Pueblos Indígenas del IDL.
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