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Desventajas de tratados de libre comercio con los EE.UU y países latinos

Por Jacob Sexton*

5 de julio, 2018.- Si se leen solamente las informaciones emitidas por el sector industrial y por parte del gobierno, se pensaría que los tratados entre los Estados Unidos y países de América Latina benefician a ambas parte por igual. No obstante, ésto no es del todo verdad. Los Tratados de Libre Comercio tienen un lado oscuro que pone en peligro a pequeños productores y a la economía nacional. En los próximos párrafos, se explicarán las desventajas de los acuerdos de libre comercio entre Estados Unidos y países de América del Sur, Centroamérica y países del Caribe.

Empezaré con los países más cercanos, Perú y Colombia. El acuerdo comercial con Colombia se firmó en 2011; desde entonces, se ha dado una falta de infraestructura por parte de Colombia y algunas de sus industrias han sufrido a causa  de las importaciones de Estados Unidos. En la mayoría de los casos, Estados Unidos ha tenido los suficientes recursos e infraestructura para producir productos a precios más baratos, en cantidades más grandes y de una forma más eficaz. Como consecuencia del acuerdo comercial, los productos estadounidenses pueden cruzar la frontera colombiana sin aranceles e invadir el mercado colombiano. Los bajos precios nos indican que los productores colombianos no pueden competir con su nivel de producción actual; uno de los sectores más afectados es el de los productores de lácteos, maíz, y arroz. Según la Universidad Nacional de Colombia, la desigualdad de poder en la escala global y la habilidad de influir por parte de los países ricos, causa claros desequilibrios. En este caso, Estados Unidos aprovecha su habilidad de producir maíz y lácteos eficientemente para vender al mercado colombiano, el cual, no puede competir.

En las noticias consultadas desde 2006 a 2014, que incluyen la firma del acuerdo, la importación de leche asciende de 9.727 toneladas en 2006 a 33.728 toneladas en 2014. Un dato grave para la economía colombiana es que las exportaciones cayeron el 54% entre 2012 y 2016, según el diario “El Espectador”. Por tanto, se evidencia que el acuerdo es inequitativo: Colombia necesitaría vender 340 barriles de petróleo crudo para comprar una tonelada de productos de la industria automotriz y 777 barriles de petróleo crudo para comprar una tonelada de celulares o computadoras. Este tipo de intercambios incentiva a productores colombianos a continuar con la exportación de productos de primera necesidad, en vez de productos procesados.

Otro de los grandes problemas en Colombia, tras la firma, se resume en que el mismo acuerdo causa un desequilibro en la economía interna y la desprotección de sectores productivos poco beneficiados. Hay un desajuste en materia de ingresos tributarios, ya que al eliminar los aranceles de productos extranjeros se estarían dejando de recibir impuestos por este concepto, lo que podría ahondar en el déficit fiscal nacional. Finalmente, no existe la capacidad de adaptación de las empresas nacionales frente a los estándares internacionales de producción, generando monopolios y captación del mercado por parte de la oferta norteamericana que entra al país.

Con las desventajas planteadas, pasemos a analizar la situación de Perú. Su tratado de libre comercio fue firmado en 2009. Perú comparte retos y desventajas en común con Colombia. Por lo tanto, el análisis de los efectos del acuerdo con Estados Unidos da más evidencia sobre los posibles impactos potenciales que se vendrían con un acuerdo con Ecuador. Además de las desigualdades de infraestructura y capacidades para producir, la agroindustria de Estados Unidos recibe muchos subsidios del gobierno estadounidense para asegurarse de mantener un nivel de producción alto y rentable. Por supuesto, el gobierno de Perú no tiene la capacidad de ofrecer el dinero extra necesario para equilibrar la producción agrícola. El sector agroexportador estadounidense puede mantener la venta de sus productos a precios más baratos en relación con lo que venden o exportan los productores peruanos.

Si hablamos de niveles de desgravación, no son los mismos para  Estados Unidos que para Perú. El nivel de desgravación favorece a Estados Unidos obteniendo ventajas en cada área de producción. Este desajuste muestra las desigualdades existentes en las negociaciones de los tratados. Hoy día, Perú tienen mucha menos tecnología pero sigue contando con una gran capacidad  para mejorar su tecnología; eso sí, a un nivel mucho más lento que Estados Unidos.

Las promesas por parte del gobierno de Perú sobre los efectos del tratado no se han cumplido; los niveles de exportación hacia los Estados Unidos han caído desde la firma del acuerdo. Hay algunos sectores, como en Colombia, que se han visto más perjudicados que otros. El sector textil es el más afectado por el tratado; durante las negociones del acuerdo, el gobierno peruano prometió que los precios de los medicamentos iban a caer; pero no sucedió, de hecho, los precios han aumentado; mientras, los precios de otros productos han caído debido al exceso de productos estadounidenses en el mercado peruano. Otra promesa que hizo el gobierno peruano fue sobre la creación de 900.000 empleos nuevos; sin embargo, la evidencia muestra que, un año después de la firma, no se ha creado ningún puesto de trabajo.

Al igual que en Colombia, el sector agrícola sufrió mucho en Perú, apenas un año después de la firma. Perú comenzó a producir mucho menos algodón; en tan sólo un año, el nivel de producción cayó de 44 mil hectáreas a 30 mil hectáreas y, además, importó 580 mil quintales de hilado más en ese mismo año.

Otro aspecto a tener en cuenta cuando se firma un tratado de libre comercio, es el peligro de que los países menos desarrollados, como los latinoamericanos, generen una dependencia en relación a los vínculos económicos con Estados Unidos. No hay problema si la economía de Estados Unidos está funcionando; sin embargo, sí hay problemas cuando el mercado estadounidense consume y compra la misma cantidad de productos poniendo en peligro a muchos exportadores y empresas de los países latinoamericanos.

Otro de los tratados de libre comercio entre países de América Latina y Estados Unidos es el DR-CAFTA. Este acuerdo incluye a  EE. UU, a República Dominicana y Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras. Se firmó en el año 2004 y comparte muchas características comunes con los otros tratados discutidos. En los primeros cuatros meses de 2016, cada país latino, salvo el caso de Nicaragua, sufrió una caída  en las exportaciones en comparación con los primeros cuatro meses de 2015. República Dominicana vio una caída del  3,8%, Costa Rica un 10,6%; El Salvador,  un 0,1%, Guatemala  un 9,1% y  Honduras  el 2,6%. Tales porcentajes de reducción en la balanza comercial muestran que, doce años después, los países latinoamericanos todavía no pudieron competir ni aumentar su producción al mismo nivel que los Estados Unidos. Una meta principal de los tratados del lado de los países menos desarrollados es la mejora en infraestructura y capacidades de producción para mejorar las condiciones del país y convertirse en el jugador más competitivo dentro del comercio mundial. Sin embargo, es obvio que no lo han logrado, porque la balanza comercial continúa favoreciendo cada vez más a Estados Unidos.

República Dominicana ha sufrido más que otros países en el mismo tratado por causa de su bajo nivel de desarrollo, dado que cada país del tratado tiene los mismos derechos de evitar los aranceles. En comparación a los otros países del acuerdo, República Dominicana tiene la peor infraestructura para producir, transportar y exportar sus productos al país del norte. Requiere inversión del gobierno para mejorar sistemas de transporte y tecnología, pero le falta dicho capital; cada vez más, el país es superado por otros países latinoamericanos en las exportaciones. Aunque República Dominicana no venda muchos productos a Estados Unidos, este último todavía tiene el derecho de vender sus productos en los mercados dominicanos sin aranceles. En el período comprendido entre 2005 y 2013, las exportaciones de la República Dominicana hacia Estados Unidos disminuyeron el 7% mientras que las importaciones de Estados Unidos aumentaron en un 53%. La situación dominicana muestra las peores consecuencias y efectos de lo que puede suceder con un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

El último tratado que voy a mencionar, es el NAFTA (inglés) o TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Este acuerdo es el más viejo de los tratados discutidos y tiene implicaciones políticas muy fuertes con Estados Unidos. Se firmó en 1992 por Canadá, Estados Unidos y México. Las fábricas mexicanas se especializaron más para abarcar las necesidades del mercado americano. Por ejemplo, antes de la firma del tratado, México tenía una gran industria fabricante de juguetes para suministrar la demanda mexicana con un porcentaje destinado para la exportación. Hoy en día, menos de un 10% de aquella industria de juguetes no existe. En la actualidad,  la mayoría de los juguetes provienen de China y las fábricas en México son menos diversas y se enfocan en áreas como la automotriz y textil. Otra desventaja, del lado mexicano es que la inversión de los Estados Unidos obligó a que muchas de las empresas y fábricas estén en manos de dueños estadounidenses y un gran porcentaje de las ganancias regresen a Estados Unidos y no se queden en México. Por lo tanto, este tratado, como los demás que hemos visto, no tienen las ventajas promocionadas.

Ventajas del tratado de libre comercio con los Estados Unidos y Colombia/Perú

En primer lugar, los tratados entre los Estados Unidos y países de América del Sur, dejan que las empresas de los países latinos tengan un mercado nuevo y poderoso para vender sus productos. Como país individual tiene el poder de adquisición más poderoso del mundo. Por lo tanto, tiene sentido que los gobiernos de dichos países quieran dar acceso al mercado estadounidense, a sus empresas y sus exportadores.

El TLC entre Estados Unidos y Colombia se firmó en 2011. Durante las negociones sobre las reglas establecidas, el gobierno colombiano decía cosas como: “El TLC es un acuerdo generador de oportunidades para todos los colombianos”. Ponía énfasis en las ventajas para Colombia en el acceso nuevo a los mercados americanos. Dijo que el TLC fue una manera para redireccionar el desbalance entre las importaciones y las exportaciones. Esta declaración implica que el trato beneficiaría a las empresas que tienen especial interés en la exportación. Además, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo admitió que, al principio, el trato ayudaría a los exportadores más que a empresas nacionales; pero se dijo que, al final, el trato ayudaría a todos los colombianos. Sin embargo, el Ministerio no aportó con estadísticas ni información específica de cómo funcionarían los beneficios para las empresas no exportadoras. Con la importancia de los mercados estadunidenses en mente, el gobierno (e industrias que exportan) querían garantizar el destino de los productos colombianos por muchos años.

Otro punto importante para el gobierno colombiano fue el aumento del interés por parte de los Estados Unidos. Un acuerdo anterior fue el ATPA, “Andean Trade Preferences Act”, que dio acceso a los mercados americanos con aranceles reducidos a cambio de contribuciones en la lucha en contra de las drogas. Con más inversión de parte de los EE. UU, Colombia esperaba que la pobreza disminuyera debido a mejores oportunidades económicas e infraestructura. En los primeros nueve meses de 2016, el 32,8% de las exportaciones de Colombia se destinaron a los EE. UU. En el mismo período, el 26,5% de las importaciones en Colombia llegaron desde los EE. UU.

El TLC con Perú y los Estados Unidos se firmó en 2009. La Sociedad de Comercio Exterior del Perú reportó que los envíos peruanos crecieron a una tasa promedio anual del 3,8% en los mercados estadounidenses. En 2016, los EE. UU fue el segundo destino más importante para exportaciones peruanas (la Unión Europea fue el primero). La Sociedad de Comercio Exterior también apuntó a que las importaciones de los Estados Unidos han aumentado desde que el tratado se firmó; sin embargo, ellos presentan que se ha incrementado el beneficio gracias a los bienes de capital en la agricultura y materias primas.

Desventajas del tratado de libre comercio con los Estados Unidos y Colombia/Perú

Es necesario hacer hincapié en que la mayoría de las noticias extraídas de  internet provienen de productores o agentes políticos que se benefician de los tratados. Sin embargo, la realidad es que, mientras los exportadores de ambos países se benefician, los pequeños productores se enfrentan a peligros ante la llegada de productos extranjeros. El gobierno estadounidense subsidia a los agricultores estadounidenses para garantizar que los productores americanos competitivos.

EE. UU y Perú son muy diferentes en relación a su infraestructura. Los productores de EE. UU tienen acceso a redes de transporte muy eficaces y baratas, mientras los productores de Perú necesitan enviar sus productos vía carreteras. La desigualdad en infraestructura causa aún más desventajas para los productores peruanos.

La misma situación pasa en Colombia. Colombia no tiene recursos suficientes para competir con los grandes productores de Estados Unidos, sufriendo  los pequeños productores importantes pérdidas. En las áreas de productos lácteos, arroz y maíz, entre otros, Colombia importa muchos productos a precios más baratos, en relación de lo que sus propios productores pueden producir. La razón para la disparidad en Colombia está también relacionada con las diferencias en eficacia e infraestructura.

Según la Universidad Nacional de Colombia, la desigualdad de poder en una escala internacional resulta en acuerdos que favorecen a los países ricos que pueden influir en otras naciones. Por esta razón, Ecuador necesita tener mucho cuidado al firmar un acuerdo con Estados Unidos y procurar evitar los efectos nocivos en los pequeños productores y campesinos como hemos visto en Colombia y Perú.

¿Cómo han sido afectadas las exportaciones ecuatorianas después de firmar el acuerdo con la UE?

Al inicio, Ecuador decidió no ser parte del acuerdo de libre comercio multilateral con la Unión Europea en 2012 que incluyó a Colombia y Perú. El gobierno ecuatoriano hizo alusión al riesgo para su mercado interno como una de las razones principales para no adherirse. Ya que las exportaciones ecuatorianas son muy parecidas a las de Colombia y Perú, y el mercado estadounidense es parecido al de la Unión Europea, los resultados del acuerdo y los cambios en el comercio con la Unión Europea podrían predecir el efecto en el mercado ecuatoriano.

A pesar de la evidencia de los otros países andinos y los efectos negativos en sus mercados, las elites y los exportadores de Ecuador tuvieron éxito a la hora de convencer al gobierno. Ecuador firmó el acuerdo de libre comercio el 11 de noviembre de 2016, tras muchas negociaciones. Inicialmente, el gobierno ecuatoriano declaró que el acuerdo aumentaría las exportaciones ecuatorianas en un 1,6% hasta 2020. La Unión Europea tiene 513 millones de consumidores y representan un mercado de $2.700 para exportaciones ecuatorianas. Cerca del 90% del total de las exportaciones se concentra en ocho países europeos: Italia, Reino Unido, Francia, Alemania, España, Bélgica, Países Bajos, y Grecia; mientras que el 10% restante se dirige a las otras 20 naciones que son mercados potenciales de la oferta exportable local. Es el destino principal de exportaciones no petrolero. Sin este acuerdo, Ecuador habría perdido $400 millones en pago de tributos por causa de su exclusión de aranceles preferenciales. El gobierno razonó que el aumento significativo de aranceles puso en peligro algunas industrias exportadoras y, por ello, tuvo que adherirse el acuerdo.

Jorge Glas, Exvicepresidente de Ecuador, como respuesta al cambio de idea de Ecuador sobre un acuerdo con la Unión Europea dijo: “Ecuador ha alcanzado una negociación muy favorable para ambas partes, que representa oportunidades para todos, además de defender al productor ecuatoriano y promover las exportaciones”. Glas continuó diciendo que Ecuador logró más que Colombia y Perú en su negociación del tratado porque, “Ecuador suscribe un acuerdo comercial que contempla ‘amortiguamientos’ que permiten que la competitividad de la industria nacional se desarrolle a través del tiempo”. Se refiere al desmantelamiento progresivo de aranceles. Un ejemplo de ello es que los vehículos europeos no pagarán arancel al cabo de 7 años de vigencia del convenio.

Sin duda, los tratados de libre comercio ayudan a los sectores que más exportan. Los productores de flores y banano iban a beneficiarse de la firma del tratado. Europa es el segundo destino más grande de flores importadas de Ecuador, después de EE.UU. Según el acuerdo, las flores ecuatorianas pueden entrar en los mercados europeos sin aranceles. En el momento de la firma, el sector de productores de flores generó 110.000 fuentes de empleo en Ecuador. Asímismo, el sector de banano se benefició del tratado con una reducción de aranceles de 126 euros por tonelada a 96 euros a toneladas. Esta cifra irá bajando hasta el año  2020 a 75 euros por tonelada. Por eso, podemos concluir que los exportadores poderosos tuvieron un rol grande en el cumplimiento del tratado de libre comercio con la Unión Europea.

Otro tema importante, reside en el impacto de mayor inversión extranjera en Ecuador. Peter Ziga, el Presidente pro tempore del Consejo de la Unión Europea, manifestó que: “y más importante que eso, es que creará un entorno estable y fiable para los comerciantes e inversionistas ecuatorianos y europeos”. La diferencia en el  tamaño de los dos mercados indica que los europeos tendrán una ventaja superior en su habilidad de invertir y realizar cambios en el mercado ecuatoriano. Por el contrario, Ecuador es una fuerza muy pequeña en términos de comercio internacional y va a tener, relativamente, menos impacto en el mercado europeo.

Según cifras del Ministerio de Comercio Exterior, las exportaciones ecuatorianas  han aumentado en un 14%. Entre enero y octubre de 2017, las exportaciones se incrementaron en $276 millones en relación al año anterior. Resaltó que este crecimiento se ha dado con un superávit en la balanza comercial a favor del Ecuador por, aproximadamente, $ 1.001 millones.

Según Daniel Legarda, Presidente Ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), quien tiene una inclinación fuerte hacia el comercio internacional, dice que hay 300.000 empleos en Ecuador que dependen del comercio con la Unión Europea. Por otro lado, Glas manifestó que el comercio con la Unión Europea genera 40.000 fuentes de empleo directo y 600.000 fuentes de empleo indirecto. Lo que no muestran las cifras del crecimiento de exportaciones ecuatorianas es el crecimiento más grande por parte de las exportaciones europeas. Esto implica que Ecuador está importando productos a una tasa más rápida que lo que está exportando. Poniendo un ejemplo, en el primer año del acuerdo, Ecuador aumentó sus importaciones de productos agrícolas de la Unión Europea por el 22%, mientras las exportaciones ecuatorianas sólo aumentaron en un 12%, aproximadamente. Con ello  concluimos que, a pesar del aumento de las exportaciones por parte de Ecuador hacia la Unión Europea, la Unión Europea gana en el acuerdo iniciado.

En cuanto a  los productos específicos, entre los más afectados se encuentran los productos procesados, que aumentaron en un  296,57% en 2017. Además, las importaciones ecuatorianas de semillas oleaginosas se incrementaron en un 881,82%; la importación de té creció el 265,75%; el vino y cerveza en un 265,14%; legumbres en un 200,61% y crustáceos el 936,36%. Uno de los problemas principales en el incremento de importaciones de Europa es que el nivel de rendimiento de producción por parte de los productores europeos es mucho más alto que el de los productores ecuatorianos. Entonces, los productos de Europa pueden invadir el mercado con un precio más bajo y dañan la producción nacional. En este sentido, un país puede volverse dependiente en la importación de comida. Dos aspectos negativos se darían: que el país necesita continuar importando productos alimentarios a pesar de las fluctuaciones en el precio, y que la comida podría no ser tan óptima en términos nutricionales.

En resumen, los argumentos de los políticos en 2012 estaban en lo cierto para no firmar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Es verdad que las ventas de Ecuador han aumentado tras la firma, pero los beneficios se han palpado, principalmente, en los sectores que producen para el mercado para la exportación, dominado por las élites empresariales. Además, la ventaja de comercio  con la Unión Europea, reside en que sus exportaciones se han incrementado por una tasa más alta que la de Ecuador. Si esta tendencia continúa en años venideros, los pequeños y medios productores van a sufrir y perder su control de producción. Finalmente, los consumidores ecuatorianos perderán en términos de soberanía en relación a los mercados.

¿Un Tratado de Libre Comercio potencial con los Estados Unidos y Ecuador?

Los resultados de un acuerdo con Estados Unidos desembocarían en un terrible desastre para la sociedad ecuatoriana. La desventaja principal con un acuerdo entre dos países, con tales diferencias económicas, es la ventaja comparativa que se produce. Los Estados Unidos, a través de subsidios del gobierno americano e infraestructura impresionante, son capaces de producir una cantidad de alimentos de forma más rápida que Ecuador. Los cultivos estadounidenses podrían entrar en el mercado ecuatoriano tal y como ha pasado en muchos otros países latinos sin aranceles y bajar el precio de alimentos hasta el punto en que los productos nacionales no puedan competir en el mercado.

En la actualidad, existe un programa llamado Sistema General de preferencias (SGP). Es un sistema que da “preferencias” a más de 120 países en desarrollo alrededor del mundo. Dichas preferencias dan el privilegio a los países de importar sus productos en los mercados americanos con la reducción de aranceles o sin aranceles. Ecuador es, actualmente, parte de este programa; sin embargo, Estados Unidos revisa el programa cada año para determinar cuáles países merecen permanecer incluídos y cuáles han alcanzado un nivel suficiente de desarrollo que deben ser excluídos. El riesgo de perder este privilegio es muy grave para Ecuador. Hay 840 empresas ecuatorianas que se benefician del programa, y sus exportaciones combinadas suman hasta los $400 millones de dólares cada año. El mensaje del Ministerio de Comercio Exterior y los exportadores es que, a causa de este riesgo, Ecuador debe tener un acuerdo bilateral con Estados Unidos para asegurar que se mantengan los beneficios.

Hay mucha resistencia por parte de organizaciones indígenas y campesinos que ven en riesgo la pérdida de soberanía si se firma un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Recientemente, las élites del país han ejercido mucha presión sobre el gobierno ecuatoriano para firmar el acuerdo que sus negocios puedan expandirse hacia el incremento de sus exportaciones. No obstante, la actitud del gobierno de Estados Unidos hacia los migrantes ha cambiado mucho desde el ingreso del Presidente Trump. Durante la presidencia de Obama, Estados Unidos buscó acuerdos de libre comercio con muchos países del mundo para aumentar el comercio internacional, incluso el acuerdo con países asiáticos, que Trump canceló. Ésto significa que Ecuador va a confiar en permanecer y ser parte del sistema general de preferencias para mantener sus exportaciones. Por otro lado, si se tiene el bienestar de la mayoría de los ecuatorianos en mente, el comercio internacional no beneficia, por lo general.

La falta de interés en el comercio exterior por parte de Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, significa que, lo más probable es que China va a tener mayor influencia en el país. Como ha hecho en otros países del mundo, China inviertió dinero en proyectos que aumentaron la infraestructura y bienes públicos a cambio del derecho de extracción de recursos.

Por lo tanto, en mi opinión, el riesgo mayor para Ecuador no residiría tanto en un tratado de libre comercio con Estados Unidos, sino más bien, por la influencia de China en el país.
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*Jacob Sexton del instituto de estudios ecuatorianos.

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Fuente: http://www.iee.org.ec/noticias/desventajas-de-tratados-de-libre-comercio-con-los-ee-uu-y-paises-latinos.html
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