La tarea estratégica del pueblo es luchar por instaurar un nuevo estado, comenzando por construir la ASAMBLEA DE REPRESENTANTES DEL PUEBLO, para lo cual hay que demoler el viejo y obsoleto Parlamento feudal burgués (y no simplemente “reformarlo”).
¿A quién sirve la propuesta de cerrar el parlamento?
Por Miguel Aragón
(Escrito el 17 de octubre de 2018)
El Parlamento feudal burgués en Perú, desde sus inicios al comienzo de la época republicana, constantemente ha pasado por etapas de graves crisis y escándalos mayúsculos, generando el repudio masivo de amplios sectores de la población. Lo que está ocurriendo actualmente no es nada nuevo en la historia del decrépito Parlamento.
En los últimos 70 años, el viejo y obsoleto Parlamento feudal burgués ha sido cerrado hasta en cuatro oportunidades:
En 1948 el Parlamento fue cerrado por el gobierno militar dirigido por el general Manuel Odría; en 1962 fue cerrado por el gobierno militar dirigido por la dupla formada por los generales Pérez Godoy-Lindley; en 1968 fue cerrado por el gobierno militar dirigido por el general Juan Velasco; y en 1992 fue cerrado por el gobierno civil-militar dirigido por Alberto Fujimori.
En las cuatro oportunidades antes citadas, el cierre del Parlamento obedeció principalmente a los siguientes objetivos:
En primer lugar, para el reacomodo y fortalecimiento de la clase dominante en el poder;
En segundo lugar, para manipular, engañar, y desarticular las protestas del pueblo;
Y en tercer lugar, para recortar los derechos de los trabajadores.
Esos tres objetivos son lo esencial de la experiencia histórica de los últimos “cuatro cierres del Parlamento” en Perú: Por un lado, fortalecer a la clase dominante en el poder, y por el otro lado recortar los derechos de los trabajadores. (Actualmente no hay un ningún indicio serio, que nos haga pensar que un próximo cierre del Parlamento pueda tener objetivos diferentes).
No debemos, ni podemos, volver a cometer los mismos errores del pasado.
Si realmente aspiramos a solucionar los problemas, tenemos que trabajar por elaborar otro tipo de Propuesta, una propuesta nueva que tenga como objetivo instaurar un nuevo tipo de Estado, un estado que realmente obedezca a las necesidades e intereses de los trabajadores.
Mientras que todavía no se instaure el nuevo estado, tenemos que continuar luchando por las Reivindicaciones Inmediatas del pueblo trabajador, principalmente por el Derecho al Trabajo Digno, y por el Derecho a la Vida Digna (básicamente por el Derecho a la Educación y por el Derecho a la Salud).
Si la clase dominante pretende “reformar SU viejo parlamento” (por la vía del Referendo), esa es una necesidad y una tarea de la clase dominante. No es tarea del pueblo, nosotros no tenemos ninguna necesidad, ni tampoco tenemos ningún compromiso para apoyar el “referendo” promovido por la CONFIEP.
La tarea estratégica del pueblo es luchar por instaurar un nuevo estado, comenzando por construir la Asamblea de Representantes del Pueblo, para lo cual hay que demoler el viejo y obsoleto Parlamento feudal burgués (y no simplemente “reformarlo”). Si esta es la tarea estratégica, la tarea táctica del presente continúa siendo luchar por las Reivindicaciones Inmediatas del pueblo trabajador.
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Fuente: https://www.facebook.com/1270073002/posts/10219822931544961/
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— Servindi (@Servindi) March 26, 2018
Comentarios
Claro, hay que continuar en
Claro, hay que continuar en su gesta
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