Servindi, 30 de octubre, 2018.- En diálogo con Cuarto Poder de España, los representantes del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) hablaron de la lucha que mantienen los pueblos indígenas de Colombia tras el conflicto armado interno que sufrió su país.
Aida Quilcué, Jorge Eliecer Sánchez, Neis Oliverio Lame Camayo y Giovani Yule, dirigentes del CRIC, expresaron que su principal problema es el repunte de violencia contra los defensores ambientales y líderes indígenas o comunitarios.
Este panorama, según indicó Quilcué, “responde a una estrategia por el control territorial” que se disputan los narcotraficantes, el fenómeno del paramilitarismo y la presencia de empresas transnacionales. Dichos actores ponen "en riesgo a aquellos defensores y defensoras de derechos humanos en el Cauca y el resto del país”.
Para afrontar estas amenazas, Eliecer Sánchez sotuvo que se fortalecen de los valores tradicionales de los pueblos indígenas: la organización, la unidad y la relación cultural, los cuales se basan en el apego, la sensibilidad y la armonía con la Madre Tierra.
Así, estos valores les ayuda a continuar con sus exigencias por acceso a derechos básicos como la salud y la educación. “En Colombia no se garantiza la salud, sino el mercado y los pueblos indígenas apostamos para que sea un derecho fundamental", apuntó Quilcué para Cuarto Poder.
"La educación es un modelo diseñado para seguir colonizando a la población y nosotros decimos que debe ser para fortalecer identidad, cultura y territorio”, agregó.
En esta resistencia consideran que no puede primar el individualismo. Por ello, mantienen vínculos con organizaciones como el Movimiento Suroccidente Colombiano con quienes planean una movilización a nivel estatal contra “las leyes del despojo”.
Al ser consultados por la firma de paz entre el Estado colombiano del entonces presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los líderes indígenas consideran que es un importante avance, pero insuficiente.
“Fue una paz unilateral, donde las víctimas fueron el centro del discurso, pero no el centro de la participación real”, enfatizó uno de los representantes.
Asimismo, acotaron que las negociaciones en La Habana incluían acuerdos a favor de los pueblos indígenas que tras dos años “solo se han cumplido un dos o tres por ciento”.
“La paz en Colombia es un sueño nuestro que está secuestrado por el régimen , porque quienes han gobernado nuestro país históricamente han utilizado precisamente el conflicto armado y la guerra para enquistarse en el poder", concluyó Eliecer Sánchez.
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— Servindi (@Servindi) 30 de octubre de 2018
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