El Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) es prácticamente un peligro y desafío para todos los partidos de derecha e izquierda tradicional acostumbrados a vivir del negocio de la administración pública.
Movimiento para la Liberación de los Pueblos
Por Ollantay Itzamná
25 de marzo, 2019.- En Guatemala, al igual que otros países sumergidos del Continente, se cree que los pobres son culpables de su pobreza. Se cree que los ricos son buenos, y los pobres son malos. Se cree que el Estado tiene que ser administrado únicamente por los ricos blancos, los pobres sólo deben aspirar a hacer incidencia política.
Se cree que los ricos tienen derecho a gobernar, y los pobres la obligación de votar por el rico. Es castigado con dureza todo aquel que se atreva a cuestionar el conjunto de las creencias que cimentan y sostienen a la Guatemala oficial y a sus instituciones estatales.
Se cree que los ricos tienen derecho a gobernar, y los pobres la obligación de votar por el rico.
En este contexto de dominación mental y espiritual, indígenas y campesinos organizados en comunidades en resistencia, venciendo el dispositivo de apoliticidad que USAID y el onegismo post Acuerdos de Paz había instalado en el imaginario colectivo de los subalternos, decidieron organizarse políticamente, y disputar el poder a los ricos. Un hecho sin precedentes en Guatemala.
Candidatos elegidos por las comunidades organizadas
El ritual electoral guatemalteco había acostumbrado a la ciudadanía a la presencia de candidatos de corbata, con rostros de photoshop, descendiendo casi siempre de helicópteros, llevando regalos al pobrerío. Obligados a endeudarse y pagar por los puestos de candidatos. El sistema electoral de partidos políticos se había normalizado como un negocio empresarial.
El ritual electoral guatemalteco había acostumbrado a la ciudadanía a la presencia de candidatos de corbata, con rostros de photoshop, descendiendo casi siempre de helicópteros, llevando regalos al pobrerío.
Este bicentenario ritual electoral está siendo flagrantemente modificado por la incómoda presencia del instrumento político de los empobrecidos, denominado Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), ahora, en campaña electoral de cara a las próximas elecciones generales del 16 de junio.
Sus candidatos son defensores de derechos
En el MLP, casi la totalidad de sus candidato/as son defensores de derechos, y elegidos previamente por las comunidades organizadas. Ninguno de ellos/as pagó dinero para acceder a las candidaturas.
Integrantes de las comunidades en resistencia pintan sus casas, compran sus camisetas, dibujan mantas, pagan sus gastos de movilización y alimentación durante las acciones colectivas.
Mientras los partidos de derecha e izquierda tradicional presentan a sus candidatos/as según formatos de la hegemónica estética occidental, los candidatos de Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) se muestran con estética propia de los pueblos.
Mientras los tradicionales se respaldan, muy a pesar del fracaso, en la rotulación académica, las y los de MLP se presentan como defensores y defensoras de derechos. Algunos tienen títulos, pero ni lo mencionan en su presentación.
No sólo llama la atención los semblantes de pueblo pueblo de las y los candidatos del MLP, sino la triada ética que profesan: Anticorrupción (renunciaron a la inmunidad), Transparencia (renunciaron al secreto bancario), Austeridad (salarios para funcionarios públicos máximo al equivalente a 5 salarios mínimos).
Proceso Constituyente y Estado Plurinacional
Realizan sus concentraciones y mítines, no sólo sin que alguien les dé comida o pague sus transportes, sino sin himno nacional, sin bandera nacional. Ellos y ellas apuestan expresamente por la creación del Estado Plurinacional mediante un proceso constituyente.
Se proponen revisar los contratos de privatización de los bienes y servicios para nacionalizarlos. Van por la recuperación y devolución de tierra, territorio y agua a las comunidades y pueblos para la producción de alimentos.
El MLP, es prácticamente un peligro y desafío para todos los partidos de derecha e izquierda tradicional acostumbrados a vivir del negocio de la administración pública. Nadie sabe con certeza el peso de la preferencia electoral de esta organización política en las próximas elecciones. Lo cierto es que, en menos de 10 días de proselitismo electoral, ya asesinaron a dos integrantes de MLP (uno de ellos candidato municipal).
El MLP, es prácticamente un peligro y desafío para todos los partidos de derecha e izquierda tradicional acostumbrados a vivir del negocio de la administración pública.
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*Ollantay Itzamná es defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos / https://ollantayitzamna.wordpress.com/ / Twiter: @JubenalQ
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