Por Cepes*
23 de junio, 2022.- La crisis de los fertilizantes continúa siendo uno de los principales temas de la agenda nacional. Aunque las propuestas siguen centradas en regularizar la oferta de fertilizantes sintéticos, han empezado a escucharse voces que abogan por diversificar las opciones de fertilización, evaluando el potencial de alternativas naturales, como los abonos orgánicos, en el marco de una propuesta integral de agricultura sostenible.
Responder a la emergencia en el corto plazo
En el corto plazo, para atender la emergencia, puede optimizarse el uso de la urea de forma que se pueda aplicar una dosis menor, lo cual de todas formas debería ser una meta del MIDAGRI, ya que se aplica urea y otros fertilizantes en exceso. Esto puede lograrse facilitando que los agricultores accedan a abonos orgánicos preparados que venden empresas especializadas en este rubro.
Recientemente, la Dirección General de Desarrollo Agrícola y Agroecología (DGDAA) del Midagri anunció la formación del Gremio Nacional de Fabricantes de Abonos y Fertilizantes Orgánicos (GRENFAFO). El gremio reúne 18 plantas de producción en varias regiones, que suman una producción potencial mensual de 58, 622 toneladas de fertilizantes orgánicos sólidos y 1’ 260, 650 litros de fertilizantes orgánicos líquidos. Algunos productos resultantes que ofertan estas empresas son el compost, el hummus de lombriz, el bokashi, el biol y el biosol.
Para facilitar la adquisición de estos productos por parte de los agricultores familiar, habría que garantizar el cumplimiento de la medidas “Promover la producción y el incremento de la oferta los abonos orgánicos sólidos y líquidos, complementario al guano de Islas”, contemplada en el Plan de Emergencia Agrario (1). La Dirección de Desarrollo Agrícola y Agroecología del MIDAGRI ha planteado el otorgamiento de un “bono orgánico” para este propósito, pero la iniciativa no se ha concretado.
Además de la oferta de biofertilizantes preparados por empresas especializadas, otra alternativa es la preparación de abonos orgánicos por los propios agricultores con insumos a su alcance, como los rastrojos de las cosechas, o el estiércol de los animales. Un ejemplo es el sistema de “lombricultura con diseño de techo a dos aguas”, cuya adopción podría lograr una rentabilidad de 67 %, en comparación con la rentabilidad de un sistema tradicional de 27 % según el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), que desarrolló esta tecnología(2). El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAPP) también ha experimentado con el humus de lombriz en suelos degradados de Pucallpa, lográndose rendimientos significativos en el cultivo de hortalizas (3).
INIA ha desarrollado una tecnología que permitiría producir fertilizante orgánico en menor tiempo. El “biofertilizante líquido acelerado”, que permite que el producto esté listo para su uso en 7 a 10 días. Según experimentos hechos por INIA, con este biofertilizante se obtienen rendimientos de 33t/ha para la espinaca (Tarma) y 2.8 t/Ha para la maca (Chupaca-Junín) (4).
La producción de fertilizantes orgánicos puede realizarse con procesos de economía circular, involucrando a los gobiernos locales para que acopien los residuos alimenticios domésticos, industriales y comerciales, y la misma la municipalidad podría establecer plantas de compostaje que abastezcan a los productores en las zonas rurales. El Instituto Nacional de Calidad (Inacal) aprobó la Norma Técnica Peruana 201.208.2021 para la fabricación de. Compost a partir de residuos sólidos orgánicos municipales (5). Este tipo de medidas también ayuda a enfrentar el cambio climático y está contemplada como una medida de mitigación en el sector de tratamiento de residuos sólidos (6).
La necesaria transición hacia una agricultura sostenible
Estas alternativas pueden contribuir a paliar la actual dificultad en el acceso a fertilizantes, pero son soluciones de corto plazo que no resuelven el problema de fondo, que es la dependencia de un sistema productivo agrario con múltiples externalidades negativas, como la degradación de los suelos, la contaminación del agua, la pérdida de la biodiversidad y la emisión de gases de efecto invernadero, entre otros efectos nocivos para los ecosistemas, la salud y la equidad. A mediano plazo es esencial avanzar hacia un sistema alimentario más sostenible y justo.
Para avanzar en esa dirección, la Asociación de Productores Ecológicos del Perú ANPE-PERU y varias instituciones aliadas están impulsando una propuesta de Programa Nacional de Agroecología, que busca iniciar la transición de la producción convencional hacia una producción agroecológica de acuerdo con las condiciones de Costa, Sierra y Selva. El Programa contempla medidas orientadas a consolidar el sistema productivo agroecológico con un enfoque de territorial de cuenca; el desarrollo de capacidades y asistencia técnica no solo para los agricultores sino también para los funcionarios públicos, formación de técnicos y profesionales especializados; fomento de la Agroindustria Rural y acceso a los mercados
Para la implementación de esta propuesta se plantea la creación de un Programa Nacional de Producción Agroecológica, como Unidad Ejecutora del MIDAGRI o, alternativamente, que se cree como un Programa Presupuestal por Resultados. Está pendiente la formación de un grupo de trabajo para continuar con la propuesta técnica, pero la inestabilidad política que afecta al MIDAGRI y otras entidades estatales ha obstaculizado el avance de esta iniciativa. Esperamos que el nuevo ministro de Agricultura y Desarrollo Agrario de a esta propuesta el respaldo político requerido.
Como ya advierten organismos internacionales como FAO, ya no podemos aceptar que la agricultura y los sistemas alimentarios pueden gestionarse con base a un criterio único de productividad. Tenemos que preocuparnos también por otro concepto igualmente importante: la resiliencia de la agricultura (7), reconociendo su dimensión socio-ambiental y de derechos.
Notas:
(1) RM 0140-2022-MIDAGRI (2022) “Plan de emergencia Agrario en el marco de La declaratoria de emergencia del sector Agrario Y de riego” https://bit.ly/3xToZwh
(2) INIA. “Tecnologías de producción de abonos orgánicos” video en: https://youtu.be/OuG-GnHWZYU
(3) Rios, O, Calle, C.(1994) “Efecto del Humus de lombricultura en pepino Cocumis Sativus, ají dulce Capsicum Annum, y Chiclayo verdura Vigna Sinensis en suelos degradados de Pucallpa”. EN: Folia Amazónica vol 6. Nro.1-2. https://bit.ly/3Qfu9tv
(4) Ortiz, Luis Felipe “Producción de Biofertilizante Líquido Acelerado”. https://youtu.be/fLRpjIy6MW4
(5) !INACAL aprobó norma técnica sobre los requisitos del compost elaborado a partir de residuos sólidos orgánicos municipales”. https://bit.ly/3mrkYZr
(6) “Alerta Verde | Elizabeth Silvestre, viceministra de Gestión Ambiental del Minam”. https://youtu.be/BbuXJaqIUYQ. “El regreso del abono natural” https://bit.ly/3Mua8fz
(7) Verdegué, Julio (2022). Intervención en el “Foro Biofertilizantes y otras tecnologías disponibles para enfrentar la Crisis de los Fertilizantes.” https://youtu.be/xwssAQBvVeQ
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* Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES). El presente artículo ha sido elaborado por Alberto Delgado, Beatriz Salazar, Fernando Eguren, Laureano del Castillo, Pedro Castillo, Miguel Pintado y Renato Levaggi.
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Fuente: Publicado en el portal de CEPES el 22 de junio de 2022 y reproducido en Servindi respetando sus condiciones: https://bit.ly/3HINrDR
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