Servindi, 18 de diciembre, 2018.- El lenguaje “se vuelve un espacio de resistencia, al articular, desde su cosmovisión, las expresiones que sujetan sus nociones de identidad. Por ello, la decidida persecución hegemónica sobre el lenguaje, la negación constante de la Lengua Materna, su invisibilización dentro de los procesos de educación”.
Asi escribe Astrid Paola Chavelas López que nos invita a reflexionar sobre el lenguaje como uno de los agentes centrales de la educación, al ser el modo con el que nos relacionamos con el entorno.
Astrid integra la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los pueblos de Oaxaca (REDECOM) y tiene un posgrado en Desarrollo Rural, UAM-X. Ella escribe en la edición 35 de la revista El Topil: Nueva Educación para Otro México.
A pesar de su importancia, la educación pública en Oaxaca ha negado la importancia de la Lengua Materna dentro de sus contenidos y programas, como una manera de deslegitimizar los saberes que se transmiten a partir de la tradición oral de los pueblos originarios.
La inserción real del Estado en materia educativa en las comunidades indígenas no ha aterrizado en programas educativos que fortalezcan el control de los grupos sociales sobre la producción de su praxis educativa sociocultural.
Por lo tanto, el reto para un nuevo plan educativo es resignificar los procesos de enseñanza-aprendizaje desde los saberes comunitarios, valorando la Lengua Materna como un principio unificador de la cultura de los pueblos destaca Chavelas López en el tercer artículo del boletín de análisis y reflexión política El Topil que compartimos a continuación:
Acceda a la revista completa de El Topil 35 en versión descargable: Nueva Educación para Otro México (versión español, pdf, 16 páginas).
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