Extinction Rebellion, desobediencia civil no violenta como única salida a la crisis ambiental
Por Anna Polo
Pressenza, 9 de mayo, 2019.- Derecho-deber de los ciudadanos a rebelarse contra la crisis ecológica causada por la inacción de los gobiernos y las perspectivas catastróficas que nos esperan si no intervenimos inmediatamente, las acciones de desobediencia civil, la noviolencia como método de acción y comunicación, la necesidad de un cambio profundo y radical: hablamos de ello con Marco Bertaglia, investigador especializado en sostenibilidad y coordinador italiano de Extintion Rebellion y Massimo Leoncini, experto en comunicación noviolenta y activista de Alessandria.
– Extinction Rebellion se ha dado a conocer con una ola de acciones espectaculares de desobediencia civil, especialmente en Londres, y se está extendiendo por todo el mundo. ¿Qué fue lo que los motivó a unirse a este movimiento?
Marco Bertaglia: Hace tiempo comprendí que nos acercábamos a un abismo irreversible y que para evitar la catástrofe era necesaria una acción radical. La mayoría de la gente no se da cuenta de la velocidad con la que desaparecen las especies y de cómo la pérdida de biodiversidad está rompiendo un equilibrio que puede colapsar rápidamente. Cuando leí a principios de noviembre pasado la «Declaración de Rebelión» proclamada ante el Parlamento inglés y un artículo del Guardian sobre el tema, me di cuenta de que había encontrado lo que buscaba: un enfoque científico, pero también un llamado a la desobediencia civil noviolenta, a la «rebelión contra la extinción».
Massimo Leoncini: Me enteré del movimiento a través de un colega del campo de la comunicación noviolenta y me gustó especialmente la búsqueda de nuevas formas de salir de la crisis actual.
– ¿Dónde se encuentra presente actualmente Extinction Rebellion?
En las últimas semanas e incluso en los últimos días, el crecimiento ha sido muy rápido y sigue aumentando en todo el mundo, aunque obviamente en diferentes niveles según los países. Actualmente estamos presentes en toda Europa y también en Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, México, Chile y Brasil, India, Corea del Sur y Pakistán, Ghana, Burkina Faso, Benin, Nigeria, Sudáfrica, Costa de Marfil y Togo. Y esta es sólo una lista parcial: las últimas cifras hablan de 340 grupos en 49 países, de acciones llevadas a cabo en 80 ciudades de 33 países, de miles de simpatizantes y nuevos miembros de todas las edades y de donaciones crecientes. En Italia éramos 600 hasta hace unos días, ahora hay más de 1.000 miembros y más miembros se unen continuamente a las ciudades iniciales (Milán, Turín, Roma y Bolonia).
– ¿Cómo se mantienen en contacto?
Los intercambios de información se realizan a través de plataformas de Internet en servidores seguros y protegidos, gestionados con energías renovables. Existen grupos de trabajo semiautónomos y descentralizados, cada uno con dos coordinadores, que se ocupan de temas diferentes (por ejemplo, medios de comunicación, aspectos jurídicos) y tienen un acuerdo sobre los cometidos de cada uno de ellos. Este esquema se repite en varios niveles.
– ¿Cuáles son sus puntos clave?
Pedimos esencialmente tres cosas: decir la verdad declarando inmediatamente la emergencia climática y ecológica, actuar de inmediato para detener la destrucción de los ecosistemas y de la biodiversidad consiguiendo una reducción de las emisiones a cero para el año 2025, y crear asambleas de ciudadanos con miembros elegidos y representativos de todos los estratos sociales que, inspirados en las soluciones ya indicadas por la ciencia, decidan las medidas que deben aplicarse para detener el cataclismo en curso.
Se trata de una nueva forma de democracia directa, que va más allá de la forma actual de democracia representativa, pero en realidad ya existen muchos modelos en este sentido e incluso una base de datos que los recoge. No queremos ser una «fachada verde» que haga pequeños cambios sin cuestionar todo el sistema, sino una transformación profunda y radical y estamos dispuestos a continuar con las acciones de desobediencia civil para que los gobiernos nos escuchen.
– ¿Cuál es su relación con los jóvenes de Fridays for Future?
Existe un deseo creciente de trabajar juntos y hacer cosas juntos. Participaremos en la huelga mundial del 24 de mayo y percibimos un gran interés por su parte en lo referente a las acciones de desobediencia civil.
– ¿Qué opinan de las próximas elecciones europeas? ¿Cuáles son sus planes para el futuro a corto plazo?
No estamos convencidos de que las elecciones europeas constituyan una oportunidad formidable para el cambio y no apoyamos a nadie en particular. Ya veremos que hacen los políticos cuando sean elegidos, pero preferimos concentrarnos en intensificar la rebelión en todas partes, a través de acciones cada vez más frecuentes y ambiciosas, dándolo el todo por el todo, en pocas palabras. También estamos organizando presentaciones en varias ciudades italianas para darnos a conocer y crear grupos locales, talleres de comunicación noviolenta y momentos de formación para la acción directa.
Este artículo también está disponible en: Italiano
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