El predicador Luis Carlos Ferreira se encuentra vinculado con la Misión Nuevas Tribus, un culto evangélico estadounidense que actúa en las reservas indígenas de Brasil y que ha vuelto a tomar protagonismo con el gobierno de Jair Bolsonaro.
Servindi, 6 de marzo, 2020.- El misionero evangélico, Luiz Carlos Ferreira, fue condenado por la justicia de Brasil por poner en riesgo la integridad física y cultural de la etnia zo’é, asentada en el estado de Pará, región amazónica ubicada al norte de Brasil.
Según informó la Procuraduría, que hizo la denuncia en 2016, Ferreira fue acusado de violar el estatuto de desarme al entregar a los indígenas una escopeta sin registro y de «perturbar las tradiciones indígenas”, delito previsto en el Estatuto del Indio.
En su fallo, el juez primero federal de Santarém, Domingos Daniel Mouthino, señaló que el arma fue entregada «a una población absolutamente vulnerable», considerando que los zo’é son nativos de contacto muy reciente, que no hablan portugués y no usan armas de fuego para cazar.
Aunque la pena inicial para el misionero evangélico fue de dos años y ocho meses de reclusión, esta fue reconvertida a prestación de servicios comunitarios y al pago de una multa de 20.000 reales (unos 4.444 dólares).
Según el portal El Periódico, Ferreira se encuentra vinculado con la Misión Nuevas Tribus, un culto evangélico estadounidense que actúa en las reservas indígenas de Brasil y que en el pasado intentó contactar y evangelizar al pueblo zo’é, causando la muerte de varios de sus miembros por el contagio de enfermedades y la expulsión de dos misioneros.
Se trata del mismo grupo evangélico que ha vuelto a tomar protagonismo en Brasil, debido a que uno de sus líderes, Ricardo Lopes Días, fue nombrado por el gobierno del presidente, Jair Bolsonaro, como jefe de la entidad que vela por la protección de los indios aislados en Brasil.
Lopes Díaz, antropólogo y teólogo con más de una década de experiencia como misionero del grupo evangélico, fue nombrado el pasado 5 de febrero jefe de la Coordinación de Indios Aislados y de Reciente Contacto (CGIIRC) de la Fundación Nacional del Indio (Funai), encargada de cuidar cerca de 114 etnias, que se calculan, viven en el país sin contacto con la “civilización”.
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Fuente: Con información de El Periódico
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