La crisis ambiental de la Amazonía, que implicó el desplazamiento de múltiples comunidades indígenas, ha despertado la atención de los defensores de los derechos humanos. ¿Es necesario articular una agenda en común de este ámbito con la lucha contra el cambio climático?
Por José Díaz
Servindi, 4 de setiembre, 2019.- En medio de la crisis ambiental y política que ha supuesto el incendio del 33% del territorio amazónico en las últimas semanas, la alta comisionada de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Michelle Bachelet analizó la situación de la Amazonía en función de los derechos civiles. A través de una entrevista con la agencia EFE, su conclusión fue clara: el cambio climático tendrá impacto en los derechos humanos.
“Cuando la gente tenga que desplazarse por la sequía, por la falta de alimentación o luchar por el agua, se van a generar conflictos fuertes. Los gobiernos deben escuchar a la sociedad civil porque frente al cambio climático se requieren cambios de conducta y esto tiene que ver con la situación en la Amazonía”, dijo la expresidenta de Chile en relación al vínculo entre el cambio climático y la vulneración de los derechos humanos.
Para ella, una estrategia válida para evitar una crisis ambiental que suponga otra crisis en la población civil, se encuentra en el cumplimiento de los Acuerdos de París. Sin embargo, es la indiferencia hacia los objetivos de este pacto ambiental las que han generado la catástrofe ecológica en país como Brasil.
A propósito de las poblaciones indígenas afectadas, Michelle Bachelet enfatizó en la necesidad de reforzar la colaboración internacional en Brasil, Bolivia y Paraguay a este efecto. Cabe precisar que un tercio de los incendios han ocurrido en territorio indígenas donde muchas comunidades se han visto desplazadas en las últimas semanas.
Agenda común
El eje de los derechos humanos en la lucha contra el cambio climático, no es una novedad en la agenda política global. La anterior comisionada de DD.HH. ONU, Kate Gilmore precisó poco antes de dejar el cargo, la necesidad de convertir a los derechos humanos en un eje principal de la agenda ecológica. Estas declaraciones, dadas en un contexto donde se cuestionaba el Acuerdo de París, recobran relevancia hoy.
“Las actividades basadas en los derechos humanos deberían acompañar a las ciencias del clima y al análisis de sus repercusiones. Los peores aspectos del cambio climático deben evaluarse en términos humanos, para comprender sus efectos sobre los marginados, los más vulnerables y los más afectados”, advirtió Kate Gilmore en su momento.
En estos días, en que la catástrofe ocurrida en la Amazonía está replanteando la agenda de la COP25, queda clara la necesidad de articular una agenda de derechos humanos dentro de la lucha contra el cambio climático. La pregunta sería, ¿estamos aún a tiempo?
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— Servindi (@Servindi) September 4, 2019
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