Estudio de Impacto Ambiental para la elaboración de megaproyecto en la selva norte volvió a ser rechazado por no subsanar 65 observaciones. Empresa puede volver a presentar estudio pero esta vez frente al Senace. Todo esto mientras sigue pendiente el reclamo por omisión de la consulta previa.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 24 de noviembre, 2016.- Una vez más el Ministerio de Energía y Minas rechazó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) elaborado por la empresa española Isolux para la construcción del megaproyecto Línea de Transmisión Moyobamba-Iquitos (LTMI).
Según la Resolución Directoral N° 298-2016-MEM/DGAAE, la compañía no pudo subsanar satisfactoriamente 63 observaciones realizadas al anterior estudio, presentado hace medio año.
Cabe señalar que una de las observaciones más delicadas que realizó Energía y Minas al EIA fue la relacionada a los riesgos de la vegetación en Áreas Naturales Protegidas. Y es que existe una superposición entre el proyecto LTMI y estas zonas reservadas. En su estudio Isolux no ha podido comprobar que la obra no afectará a la vegetación de la zona.
No obstante, la empresa puede volver a presentar un EIA subsanando las observaciones en los próximos meses. Pero en esta oportunidad tendrá que hacerlo frente al Servicio Nacional de Certificación Ambiental (Senace), foro en el que debería ser tomada en cuenta la consulta previa a los pueblos indígenas afectados por el proyecto.
¿En qué consiste esta obra?
La Línea de Transmisión Moyobamba-Iquitos es un megraproyecto que buscará dotar a las zonas urbanas de Loreto de la infraestructura necesaria para formar parte del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN). La construcción de la obra está calculada para más de cuatro años.
Según el ingeniero José Serra Vega el costo del megaproyecto sería de US$ 499 millones de dólares, pero la provisión de energía eléctrica a Iquitos superaría su demanda.
De acuerdo a sus estimaciones la LTMI proveería a Iquitos de 135 megavatios anuales, siendo la demanda de dicha ciudad según cálculos del 2014 de 53 megavatios.
Ante este escenario se abre la necesidad de discutir la justificación económica del proyecto. A propósito de esto, aún está pendiente de resolución una medida cautelar presenta a mediados de este año por la Organización de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio) con apoyo del Instituto de Defensa Legal (IDL) por la omisión de la consulta previa a los pueblos indígenas en la aprobación del proyecto.
Se estima que la construcción de la LTMI implicaría la deforestación de 50 metros de ancho a lo largo de 600 kilómetros de amazonía. |
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