Tras haberse convertido en la primera Diputada Federal indígena de Brasil (2019-2022), el presidente Lula Da Silva la escogió para ocupar la presidencia de la nueva Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai). Proveniente del Estado de Roraima, la abogada del pueblo Wapichana cuenta que fue nominada para el cargo por las organizaciones indígenas y que está recibiendo muchos apoyos de funcionarios y diputados. Tras cuatro años de intervención y vaciamiento, su objetivo es que la Funai vuelva a cumplir su función: demarcar los territorios, indemnizar a los afectados, proteger las comunidades y fiscalizar el respeto de los derechos indígenas.
Por María de Lourdes Beldi de Alcantara
— ¿Cómo han sido sus primeros días al frente de la institución?
En este momento, estamos en un período de transición, revisando las diferentes funciones y puestos de trabajo. También tuvimos muchas visitas de líderes indígenas aquí en Brasilia porque durante siete años prácticamente se les negó la entrada a la Funai y ahora les estamos abriendo las puertas de nuestra casa. Por el momento, estamos atendiendo las demandas más urgentes.
— ¿Cuál fue la principal falencia de la Funai durante los últimos años?
Básicamente no estaba cumpliendo su papel: defender a los pueblos indígenas. Por eso nuestro objetivo será recuperar su función. Por el momento estoy recibiendo mucho apoyo, no solo de las organizaciones indígenas, sino de diputados y funcionarios que, al menos de palabra, están dispuestos a apoyar. La gente sabe que el gobierno de Lula tiene muchos desafíos, pero también tenemos un presupuesto muy limitado.
— ¿Cómo será la relación de la Funai con el nuevo Ministerio de Pueblos Indígenas?
La Funai forma parte del Ministerio de Justicia. Jair Bolsonaro propuso trasladarla al sector de derechos humanos, pero desde mi posición como diputada, logramos evitarlo. La Funai estará vinculada, no subordinada, al Ministerio de Pueblos Indígenas. Pero continuará siendo un ente autárquico. Hacia el futuro, la idea es fortalecer esa autonomía.
La presidenta de la Funai confía en que podrán trabajar con el Ministerio de Pueblos Indígenas y el Ministerio de Medio Ambiente sin que existan conflictos de competencias. Foto: Midia Ninja
— ¿Cuáles son las funciones específicas de la Funai?
Nosotros ejecutamos las políticas públicas. Los técnicos de la Funai son los responsables de ir al campo a demarcar los territorios, indemnizar a los afectados, proteger las comunidades y fiscalizar el respeto de los derechos indígenas. Son tareas extremadamente necesarias para reconstruir el país. Infelizmente nosotros tenemos mucho trabajo y poco presupuesto. Así que el Ministerio de Pueblos Indígenas va a tener que cumplir el papel de captar fondos.
— ¿No existe el riesgo de generar competencias entre los ministerios?
Las acciones sobre el medio ambiente y sobre los pueblos indígenas son acciones complementarias. Nos vamos a sentar a dialogar con el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) y el Ministerio de Medio Ambiente. Mi cercanía con la Ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, es de larga data así que con seguridad vamos a poder coordinar las acciones. En este momento de reconstrucción del país, debemos trabajar de forma transversal y colectiva. No es cuestión de competir, sino de fortalecernos entre el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio de Pueblos Indígenas y la Funai.
— Pero, en los hechos, la Funai es como un ministerio…
Tienes razón. Pero un ministerio sin recursos y sin la debida valorización. Funciona como tal, pero institucionalmente somos un ente autárquico.
— Usted siempre ha participado de las sesiones de la COP, ¿cómo valora los resultados de su último encuentro?
Esperaba algo más. Acompaño a la COP desde hace mucho tiempo, desde que era más joven. Fui incluso Presidenta del Caucus de las Organizaciones Indígenas. Pude seguir los avances, pero también la falta acciones concretas de apoyo a las comunidades indígenas. Hoy varias cuestiones siguen sin tener respuesta. No podemos vivir de discursos. Hace falta que implementemos cuestiones como la demarcación de tierras indígenas y resolver el tema de los garimpeiros ilegales. Seguimos con el discurso de que los indígenas son los protectores del medio ambiente, pero no se brindan condiciones para su protección.
En 2019, Joenia ganó conocimiento nacional e internacional al convertirse en la primera Diputada Federal indígena. Foto: El Pais
— ¿Qué acciones reclama el movimiento indígena?
Nosotros queremos acciones concretas, efectivas y necesarias ahora, no de aquí a 10 años. La COP coincidió con la entrada de Lula Da Silva y se lograron una serie de compromisos. Él fue muy enfático en señalar que todos somos responsables de la crisis climática y Brasil cumple un gran papel en la Amazonía. Y los pueblos indígenas son necesarios para proteger los bosques, las nacientes de agua y el uso sustentable de recursos. Entonces hay que proteger a los defensores de la Amazonía que están siendo asesinados. Están muriendo de malaria y de la contaminación por mercurio. Hay que tomar acciones urgentes.
— ¿Cómo fueron escogidas usted al frente de la Funai y Sonia Guajajara como Ministra de los Pueblos Indígenas?
Tanto Sonia como yo fuimos nominadas por las organizaciones indígenas. Yo recibí el apoyo de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB), que reúne a 175 organizaciones amazónicas y del sur del país, y de personalidades como el cacique Raoni o el chamán David Kopenawa. La COIAB me conoce prácticamente desde niña y sabe de mi trayectoria. Al no poder reelegirme como Diputada Federal, estaba disponible para el cargo. Y por mi experiencia tanto con el movimiento indígena como con el mundo político, creyeron que estaba en condiciones de asumir estas funciones.
— ¿Cómo explica la gran representatividad de las mujeres indígenas en la política?
Son nuevos tiempos. Nos fuimos fortaleciendo en términos de educación y hemos sido pacientes para entender esta nueva era. Todavía hay muchas mujeres que no han sido visibilizadas. En mi caso, me formé en derecho y asesoré a los líderes indígenas en la lucha por la tierra, en la defensa de derechos y la búsqueda de justicia. El acceso a la educación formal fue muy importante para entender nuestros derechos y apoyar a nuestras comunidades. Muchos jóvenes quieren estudiar en la facultad para defender a su pueblo. Hoy las mujeres podemos ocupar cualquier espacio y tenemos una visión más solidaria. Sabemos que el desafío es colectivo y a través nuestro podemos llevar adelante esta lucha.
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Fuente: Publicado en Debates Indígenas el 1 de febrero de 2023 y reproducido en Servindi respetando sus condiciones: https://bit.ly/3DEczuw
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