A continuación la inspiración y reflexión de un quechua urbano, Enrique Riveros Yabar.
Servindi, 20 de octubre, 2017.- «Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz, habla en cristiano y en indio, en español y en quechua». Decía el tayta José María Arguedas, lo cierto es que a unas horas del censo, los peruanos han empezado a despertar sentimientos encontrados en el encuentro de sus raíces e identidades.
Y es que esta coyuntura también sirve para reflexionar y repensar en ¿Quiénes somos?, no se trata de mirarnos frente al espejo de la habitación, se trata de mirarnos el alma, el espíritu, no se trata de colores de piel, ni barba o cabellera, se trata de cómo nos sentimos en pleno siglo 21.
A continuación reproducimos una inspiración de un quechua urbano, Enrique Riveros Yabar, quien puso la pluma, y nosotros le dimos voz.
PALABRAS DE UN QUECHUA URBANO, UN INDÍGENA CONTEMPORÁNEO, ANTES DEL CENSO NACIONAL:
Soy Quechua, por lo tanto indígena, que quiere decir “ser de aquí”, ser originario.
Si bien mis ancestros se mezclaron con sangre europea, porque de muchas violaciones y actos de amor estamos hechos, predominan en mi mente y mi corazón el sentir puro del alma quechua.
Pueda tal vez, ya no hablar mi lengua originaria como yo quisiera; es otro de los despojos del que hemos sido víctimas millones de peruanos.
Pueda que mi piel y mis rasgos, no sean ya del color de mis abuelos.
También pueda que mis apellidos originarios se hayan ido quedando en el camino.
Puede que ya no vista con los hermosos ponchos y chullos de away, como felizmente aún usan mis hermanos y hermanas de las comunidades.
Puede que también viva en una gran ciudad con otras costumbres urbanas…
Puede ser…
¡Pero mi corazón es QUECHUA para siempre!
Y no sólo para una encuesta. Sino para seguir viviendo por un mundo mejor, en compromiso con la madre tierra. Y ser parte, junto a muchos, de la gran tarea pendiente, por restablecer el orden natural de la vida, tan maltratada por gente voraz, que sólo le importa el bienestar propio.
Estoy seguro que la luz ancestral de las culturas indígenas, vuelve.
Y cual Pachakuti, nos uniremos para danzar y cantar bajo la luz del Tayta Inti y el cobijo amoroso de nuestra Pachamama.
Durante el censo diremos:
¡Aquí estamos presentes los QUECHUAS, AYMARAS, ASHÁNINKAS, SHIPIBOS, AWAJÚN, MASHEGUENGAS y todos los indígenas del Perú, del campo y las ciudades, con títulos y sin títulos, con rasgos y sin rasgos, pobres y hasta los no tanto. Hombres y mujeres de las diferentes culturas del país, que son los únicos que con su sabiduría y valores ancestrales, limpiarán esta patria de tanta podredumbre y harán nuevamente grande nuestro PERÚ!
¡KAUSACHUN PACHAMAMA!
¡KAUSACHUN PERÚ INDÍGENA!
Tukuy sonqoyway, wayqeykuna, panaykuna.
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