Leptospirosis es la que presenta mayor prevalencia entre mineros informales, en su mayoría brasileños. Leishmaniasis, fiebre Q y fiebre amarilla también fueron analizadas por la investigación. Trabajadores mineros ilegales tienen poco acceso a servicios de salud y pueden transmitir enfermedades
Por Renata Fontanetto*
SciDev.Net, 30 de agosto, 2022.- Trabajadores mineros ilegales en la Guayana Francesa presentan alta prevalencia de leptospirosis, enfermedad endémica de varios países de América Latina, causada por bacterias que pueden producir infecciones potencialmente mortales en diversos órganos como el hígado, cerebro, pulmones o corazón.
Según un estudio realizado en 2019 con 380 trabajadores de minas ilegales a lo largo del río Maroni, que separa la Guayana Francesa de Surinam, la seroprevalencia para leptospirosis fue de 31 por ciento en 2015 y 28,1 por ciento en 2019.
Publicado en agosto en Plos Neglected Tropical Diseases, el estudio también encontró una prevalencia de 2,9 por ciento de fiebre Q y de 2,4 por ciento de lesión cutánea activa de leishmaniasis.
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria causada por la picadura de un mosquito infectado, mientras que la fiebre Q es causada por una bacteria que se encuentra en el ganado ovino y caprino.
En cuanto a fiebre amarilla, la cuarta enfermedad analizada, el 93,6 por ciento de trabajadores informó estar vacunado, y los análisis de laboratorio confirmaron que el 97,9 por ciento tenía anticuerpos neutralizantes. Ello disminuye el riesgo de una epidemia de esta enfermedad, según los investigadores.
El 95,5 por ciento de participantes del estudio fueron trabajadores brasileños, la mayoría entre 30 y 44 años, de sexo masculino y baja escolaridad.
Según la autora principal Maylis Douine, la transmisión de la leptospirosis se estaría produciendo a través de lesiones en la piel de los trabajadores al tener contacto con agua contaminada con orina de mamíferos infectados.
La leptospirosis es causada por una bacteria del género Leptospira, que se encuentra en la orina de ratas y otros animales. Los síntomas son amplios y pueden incluir dolor muscular, fiebre alta, ojos rojos, náuseas y diarrea.
“Es posible que estén tratando mal la leptospirosis o la malaria, ya que los síntomas son similares. La mitad de trabajadores era del estado de Maranhão, en Brasil, pero por la serología sanguínea sabemos que los trabajadores entraron en contacto con el microorganismo. No podemos concluir dónde se contagiaron estas personas”, detalló a SciDev.Net Douine, vinculada al Centro de Investigaciones Clínicas Antillas-Guyana.
El estudio señala que muchos microorganismos infecciosos resultan en zoonosis –enfermedades transmitidas de animales a humanos– y se originan en ambientes silvestres, como los bosques, y recomienda “prestar especial atención a poblaciones vulnerables en contacto directo con el ecosistema tropical, [que están] lejos del sistema de atención y por lo tanto debajo del radar del sistema de vigilancia habitual”.
Diversos factores de riesgo asociados a enfermedades infecciosas emergentes están presentes en la minería ilegal, como la deforestación (que facilita la aparición de criaderos de vectores como los mosquitos), el contacto cercano con la naturaleza y las condiciones sanitarias precarias.
El estudio estima que en la Guayana Francesa, territorio francés de ultramar, trabajan ilegalmente 12.000 personas, sin registro, en la búsqueda de oro. Muchos son brasileños que se movilizan por el Escudo Guayanés, una región que abarca las Guayanas, Surinam, partes de Brasil, Venezuela y Colombia, donde se concentran muchas actividades mineras ilegales, lo que tiene un gran impacto en la salud pública de esas poblaciones.
“Muchos van en busca de una vida mejor y entran a la mina de manera irregular, sin ningún tipo de atención médica. Son personas sujetas a contaminación por mercurio, accidentes de trabajo, infecciones de transmisión sexual, zoonosis y contacto con animales venenosos”, explica Rubens Menezes, investigador de la Universidad Federal de Amapá.
Menezes es autor de un estudio (2020) que encontró malaria en más del 63 por ciento de los 253 participantes, muchos trabajadores en minería ilegal provenientes de un municipio brasileño colindante con la Guayana Francesa.
“Muchos van en busca de una vida mejor y entran a la mina de manera irregular, sin ningún tipo de atención médica. Son personas sujetas a contaminación por mercurio, accidentes de trabajo, infecciones de transmisión sexual, zoonosis y contacto con animales venenosos”.
Rubens Menezes, Universidad Federal de Amapá, Brasil
Estos trabajadores están lejos de los servicios de salud y tardan mucho en buscar ayuda médica, lo que aumenta las posibilidades de transmisión a otras personas, refiere. Además, la falta de atención médica en territorio francés obliga a muchos a regresar a Brasil para tratarse y, así, pueden terminar contagiando a otras personas.
Para Martha Suárez-Mutis, coautora de ambos artículos e investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz, otras enfermedades también pueden afectar a esta población y por eso se necesitan más estudios de seguimiento.
Además, advierte que la leishmaniasis (causada por parásitos del género Leishmania) es una de las principales enfermedades entre los mineros ilegales de la región. Según el estudio de 2022, aunque la incidencia señalada sea baja, es común escuchar informes de mineros que tuvieron la enfermedad en el pasado y que obtienen acceso a medicamentos a través de mercados ilegales.
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* Renata Fontanetto es una periodista científica radicada en Río de Janeiro. Tiene una maestría en Comunicación Científica, Tecnología y Salud por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), donde también hizo una especialización en Comunicación Científica en 2016. Colaboró con SciDev.Net en 2015 y 2017 y regresó en 2021. Contacto: [email protected], @renataftto, https://www.linkedin.com/in/renata-fontanetto-b995ba146
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