Mientras el Perú de Lima y algunos ciudadanos sin identidad sigan menospreciando al Perú andino, vamos a seguir exhibiendo al mundo nuestra pobrísima integración nacional y la vigencia vigorosa de la mentalidad colonial.
Por Eland Vera*
13 de julio, 2022.- Ha causado revuelo el supuesto secuestro de periodistas de América Televisión por las rondas campesinas de Chadín, en la provincia de Chota (Cajamarca). Un breve repaso. Con la finalidad de investigar la denuncia por presunto tráfico de influencias contra Yenifer Paredes, cuñada del Presidente Pedro Castillo, los periodistas Elmer Valdiviezo y Eduardo Quispe se desplazan a Chota para ejecutar su trabajo.
Lo incomprensible es que los hombres de prensa se rehúsan a identificarse ante las rondas campesinas. Es decir, muestran una total ignorancia y desprecio por las formas consuetudinarias de la justicia comunal, amparadas por la Constitución y el Convenio 169 de la OIT. O acaso sabiendo del rechazo a la prensa limeña, los periodistas estiraron hasta el máximo la reserva de su identidad.
Por donde se vea, lo evidente es que mientras el Perú de Lima y algunos ciudadanos sin identidad sigan menospreciando al Perú andino, vamos a seguir exhibiendo al mundo nuestra pobrísima integración nacional y la vigencia vigorosa de la mentalidad colonial. El caso no es aislado, se trata de una constante permanente. Somos un país culturalmente diverso que contiene muchas matrices civilizatorias. Todas respetables y que deben motivar el orgullo nacional.
Sin embargo, en la práctica cotidiana tenemos una conducta monocultural. Que consiste en privilegiar una visión cultural como única y superior frente a las demás. Dicho de otro modo, la cultura occidental o la sobrevaloración de lo hispano y criollo está por encima de nuestras tradiciones andinas y amazónicas. El menosprecio a la institucionalidad ancestral de nuestros pueblos originarios es una deplorable práctica de herencia colonial.
Debemos cambiar de actitud y desarrollar una conducta intercultural que coloque en igualdad de condiciones a las diversas tradiciones culturales de nuestro país. Por ejemplo, en el caso de la administración de justicia, debemos avanzar hacia reconocer el pluralismo de sistemas jurídicos y darle el lugar que corresponde a los valores de justicia de nuestros pueblos originarios.
Por desgracia, existe rechazo en diversos sectores elitistas y centralistas que consideran que la única manera de vivir juntos es alineándonos al patrón cultural occidental y criollo. Es un imperativo del futuro del Perú que reconozcamos que el desarrollo y el bienestar se alcanza con el reconocimiento de las diversas matrices y tradiciones. Y de ninguna manera pensando de modo monocultural. Gran desafío que nuestros políticos no entienden y que al parecer también algunos hombres de prensa.
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* Eland Vera es profesor en la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, miembro del Instituto de Estudios de las Culturas Andinas – Perú (IDECA Perú) y de Pluralidades, revista para el debate intercultural. Correo: [email protected]
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Fuente: Publicado por el diario Viral de Arequipa el 13 de julio y recibido directamente del autor para su difusión en Servindi.
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